Cerca de 300 profesionales se reúnen en Gijón en las XIV Jornadas Españolas de Documentación

Cerca de 300 profesionales de bibliotecas, archivos, museos, centros de documentación y otros sectores estrechamente relacionados con el mundo de la información, se dieron cita en Gijón la pasada semana en el marco de las XIV Jornadas Españolas de Documentación organizadas por FESABID, que es la Federación que reúne en España a las asociaciones profesionales más relevantes del sector. Algunos de los asistentes habían estado ya en Gijón con ocasión de las IV Jornadas celebradas en el 94. La Asociación Profesional de Especialistas en Información (APEI) integrada por los profesionales asturianos hizo en esta ocasión las veces de anfitriona.

Las sesiones de trabajo se articularon en torno al lema “Cultura abierta: conocimiento compartido” y se estructuraron en tres ejes: (1) Información pública, datos y colecciones abiertas, (2): Investigación abierta, y (3): Educación abierta y nuevas competencias.

Todos ellos contaron con ponentes de gran prestigio. La conferencia inaugural estuvo a cargo de Donna Scheeder, actual presidenta de la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas). La portavoz del principal organismo internacional, a nivel mundial de los profesionales de las bibliotecas y la documentación, hizo referencia a los retos que supone el constante cambio del entorno de la información en un mundo que vive cada vez más hiper-conectado. Abogó porque los profesionales pasen a liderar el cambio que se avecina y no esperen a que éste les sea impuesto por otros y en condiciones menos ventajosas y resaltó el hecho innegable de que las bibliotecas públicas pueden cubrir la brecha entre las sociedades conectadas y una gran parte del mundo que aún no lo está.

También participó Susan Reilly, directora ejecutiva de LIBER (Asociación de Bibliotecas Europeas de Investigación) con una conferencia que versó sobre la tendencia denominada “ciencia abierta” que promueve el acceso libre y sin restricciones a la literatura científica, favoreciendo que se difunda el trabajo desarrollado por los investigadores y las instituciones científicas y facilitando de este modo la existencia de un acceso universal al conocimiento. Con ello además de potenciarse el progreso científico, se podrá también facilitar la explotación de datos y se mejorará la transparencia de los resultados de la investigación. Se trata sin duda de un camino difícil que exige, además de nuevos soportes tecnológicos, cambios culturales, éticos y políticos en los que se tienen que ver involucrados tanto los investigadores, como las editoriales, las bibliotecas e intermediarios de la ciencia y también las instituciones y agencias financiadoras de la investigación.

La intervención de Alberto Ruiz de Zárate, consultor y pionero en la apertura de datos en las administraciones públicas abogó por la necesidad de convertir en real el valor que tienen los millones de datos que éstas almacenan. Para ello es necesario que los gobiernos adopten políticas reales de transparencia, pero también de participación y colaboración para que las personas puedan reutilizarlos generando con ellos valor económico y social. Los documentalistas y archiveros deben jugar un papel importante a la hora de llevar a la práctica esta tendencia, que requiere, además de cambios tecnológicos y legales, reflexión, planificación, e integración de todos los agentes relacionados con el ecosistema de los datos abiertos.

Carlos Magro, Vicepresidente de la Asociación Educación Abierta y especialista en innovación educativa centró su intervención en los retos que suponen para las bibliotecas el hecho de que el libro en papel haya dejado de ser el principal acceso a la información y al conocimiento y en el nuevo papel que éstas deben jugar en la sociedad del aprendizaje. Abogó porque se conviertan en espacios donde se abandone su papel tradicional de guardianas del conocimiento para convertirse en espacios donde ir a explorar, construir, comunicar, conectar, pensar y aprender en común.

Las ponencias se completaron con mesas redondas, talleres y presentaciones de pósteres en los que se dieron a conocer experiencias e iniciativas que se están llevando a cabo en estos ámbitos, tanto desde las administraciones, universidades, bibliotecas, archivos, etc., como de empresas que ofrecen sus servicios para que las instituciones puedan implementar los cambios.

Muchas de estas empresas, como Odilo, Baratz, Digibis, Nedap, Accucoms, Docout, Microbox, Vinfra o Greendata, y entidades como la Biblioteca Nacional de España o la propia FESABID, tuvieron un stand en la Feria DOCUMAT que se desarrolló paralelamente a las sesiones científicas, y que constituyó un punto de encuentro y un lugar para mostrar sus novedades y servicios a los asistentes a las Jornadas.

Se desarrolló un amplio programa social de visitas y recorridos culturales, gastronómicos y lúdicos por Gijón que tuvo su broche final con una tradicional espicha que se celebró en el Museu del Pueblu d’Asturies y que contó con la animación del grupo musical GPS Project, en el que la anécdota es que una de sus integrantes es además documentalista.

El anuncio sorpresa de las Jornadas fue el nombramiento de una española, la actual presidenta de FESABID, Glòria Pérez Salmerón, como nueva presidenta electa de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA). Además de un reconocimiento a su larga trayectoria en el mundo bibliotecario, tanto en el ámbito de las bibliotecas públicas, como en el de las nacionales (fue directora de la Biblioteca Nacional de España entre 2010 y 2013) y en el de las asociaciones profesionales, el cargo supone una gran oportunidad para toda la comunidad profesional de habla hispana, que podrá aumentar su visibilidad a nivel internacional.

Unos días que sirvieron para el debate, la reflexión y el encuentro personal de unos profesionales que afrontan día a día con ilusión los retos de futuro que les depara un mundo tan cambiante como es el de la información.