Enedina Suárez Laviana, coordinadora de las bibliotecas de San Martín del Rey Aurelio

Nombre y apellidos: Enedina Suárez Laviana

Nombre de la Biblioteca: Red de Bibliotecas Municipales de San Martín del Rey Aurelio

Localidad: San Martín del Rey Aurelio

Número de habitantes: 17.460

 

¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecaria? ¿Y en esta biblioteca?

En noviembre hará 30 años. Entré a trabajar como bibliotecaria en el Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio el 2 de  noviembre de 1988. Se habían convocado 2 plazas de auxiliar de bibliotecas y 1 plaza de Coordinadora de bibliotecas. Obtuve una de las plazas de auxiliar de bibliotecas y mi destino habría sido la biblioteca de Sotrondio aunque nunca llegué a trabajar allí. Las bibliotecas de S.M.R.A. se encontraban en un estado lamentable y Carmen Prieto, que por entonces era la Jefa de la Sección de Coordinación Bibliotecaria, con muy buen criterio, como siempre, decidió que me quedara en la biblioteca de El Entrego para ayudar en su puesta en marcha a la Coordinadora, que era Carmen Macías. Antes de que se acabara esta labor Carmen Macías dejó el puesto porque logró una plaza para la Biblioteca de Asturias así que  decidieron volver a convocar la oposición para la plaza de Coordinadora que había quedado vacante. La conseguí y aquí sigo.

¿Y desde cuándo está funcionando esta biblioteca?

Los primeros registros de socios y de libros que  hay en la biblioteca de El Entrego datan de  octubre de 1962. La biblioteca de Sotrondio de 1967 y la más nuevecita es la de Blimea que empezó a funcionar en el año 1987.

¿Qué te atraía de esta profesión?

Tenía una idea muy vaga sobre esta profesión. Había terminado de estudiar Magisterio y continué estudiando Pedagogía a la vez que preparaba las oposiciones. En Magisterio había muchos opositores y muy pocas plazas. Así que comencé a explorar otras posibilidades. Empecé a trabajar como docente en  unos planes de ocupación juvenil y estando allí leía los BOPAs prácticamente a diario y vi que se ofertaban plazas para bibliotecas y concretamente  que  habían convocado 3 plazas para mi Ayuntamiento, así que pensé que era mi oportunidad. Pero ¡ay! Cuando empecé a leer literatura sobre el tema no entendía absolutamente nada. Aquel lenguaje me sonaba a chino, de catalogación no tenía ni idea y no sabía ni por dónde empezar. Un maestro de El Entrego, Severino Antuña, me prestó el primer libro que leí, La biblioteca: tratado general sobre su organización, técnicas y utilización de  Núria Amat, después fui a hablar con Carmen Prieto que muy amablemente me entregó una bibliografía. Recuerdo que tuve que ir hasta el Polígono de Asipo a comprar el Manual de bibliotecas de Manuel Carrión Gútiez porque no lo había en ninguna librería y de aquella era el libro de referencia. Pero fue sin duda la ayuda que me proporcionaron Ana Alonso y Carmen Álvarez, bibliotecarias en Gijón la que me permitió aprobar la oposición. Les estaré eternamente agradecida no sólo por su infinita paciencia y mucha dedicación sino por la amabilidad y el entusiasmo que pusieron en ayudarme.

Y ya desde los primeros días de trabajo en las bibliotecas me enamoré de la profesión. De todas las facetas que tiene, del contacto con los libros, del intercambio con los usuarios y las usuarias, del trabajo con los niñas y las niñas…

¿Con qué libros te aficionaste a la lectura? ¿Cuáles son tus escritores favoritos?

Leí muchos libros de los Cinco de Eny Blyton y un  montón de novelas de una colección que había en la biblioteca que tenía títulos de  May Louise Alcott, de Zénaïde Fleuriot, de la Condesa de Segur, de Karl May, Johanna Spyri y también de Julio Verne, Melville, Twain … Me gustaban los tebeos (antes los llamábamos así) de Mortadelo, Pulgarcito, El capitán Trueno, Zipi y Zape.

No me gusta nada hablar de escritores ni de libros favoritos porque son muy diferentes unos de otros, el estilo, los temas y cambia también el momento en el que los hayas leído, si se trata de clásicos o contemporáneos, no sé… Siempre me arrepiento de la respuesta que haya dado. Pero hay escritores de los que me gustan casi todos sus libros y que nunca defraudan, por citar sólo algunos: Almudena Grandes, José Luis Sampedro, Antonio Muñoz Molina, Ricardo Menéndez Salmón, Mario Benedetti,  Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, José  Saramago, Truman Capote, William Faulkner, John Steinbeck, Jean Paul Sartre,  Philippe Claudel… Y luego están los autores y las autoras en asturiano: Xulio Arbesú, Pablo Rodríguez Medina, Ana Vanesa Gutiérrez, Chechu García, Xuan Bello, Antón García, Consuelo Vega, Berta Piñán, Esther Prieto…

¿Qué destacarías de la biblioteca?

Dentro de las diferencias que hay entre cada una de las tres bibliotecas  del concejo si tuviera que destacar una cualidad que es común a ellas diría que se trata de  bibliotecas de poblaciones pequeñas y por lo tanto muy cercanas a los usuarios y las usuarias, con una atención muy personal, familiar casi, pero sin dejar de ser por ello profesional y eficaz.

¿Qué perfil de usuario recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios?

Al tratarse de bibliotecas públicas el perfil de los usuarios y las usuarias es muy variado. Desde niños y niñas muy pequeños hasta personas mayores. El público infantil desde los 0 hasta los 12 o 13 años usa mucho la biblioteca. Las escuelas y los colegios del Concejo promocionan la lectura y el uso de las bibliotecas y por eso el porcentaje de socios que tenemos de esas edades es muy alto, y los que vienen son muy lectores, devoran los libros. A partir de esa edad van disminuyendo y a partir de los 16 años, debido a los cambios de hábitos de lectura, son muy pocos los que sacan libros; los que nos visitan vienen a hacer trabajos escolares, al ordenador o a estudiar. Los estudiantes universitarios en su mayoría demandan el servicio de wifi y la sala de lectura. El porcentaje de lectores adultos por número de habitantes es más bajo pero los que usan la biblioteca lo hacen muy frecuentemente y leen mucho. En su mayoría demandan novedades editoriales, novelas lo que más y lo que ven en el escaparate de las librerías. Es muy frecuente que nos pregunten si vamos a tener tal o cual libro antes de que lo publiquen.

¿Aconsejas lecturas a tus usuarios?

Si, claro, constantemente. Es lo que más me demandan las personas usuarias. Las hay que no entran ni en la sala de la biblioteca. Llegan, ponen sobre el mostrador los dos libros que van a devolver y me preguntan ¿Y ahora qué llevo?. Hay también muchos padres que me piden que les aconseje libros para sus hijos. Esta tarea requiere un conocimiento profundo del usuario y también de la colección porque, por un lado, debes respetar los gustos y los intereses del lector pero por otro, como profesional, quieres que crezca y madure en su nivel de lectura y el secreto consiste en encontrar ese equilibrio necesario para que sigan confiando en ti.

Debes respetar los gustos y los intereses del lector pero por otro, como profesional, quieres que crezca y madure en su nivel de lectura y el secreto consiste en encontrar ese equilibrio necesario para que sigan confiando en ti

Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca?

A lo largo de los treinta años que llevo trabajando en las bibliotecas de San Martín se han realizado muchas y muy variadas actividades. En cada momento el número y la calidad de las actividades programadas ha dependido del apoyo institucional con el que contábamos, con el presupuesto y con el personal para poder llevarlas a cabo. Hay algunas actividades de las que me siento especialmente orgullosa:

- Programamos durante años una “Semana del libro” repleta de actividades tanto para el público infantil como adulto e involucrábamos a escuelas, colegios, institutos, comerciantes… que culminaba con un mercadillo de libros al aire libre.

- Programamos durante 8 años unas “Xornaes de Lliteratura Asturiana” que trataban de dar a conocer la historia de la literatura asturiana, las obras y los autores clásicos, y un análisis exhaustivo del panorama actual y futuro de la misma. Así pasaron por aquí numerosos escritores, editores y lingüistas. Fue una experiencia muy enriquecedora.

- Tuvimos funcionando durante unos cuantos años un taller de escritura. Lo comenzó impartiendo Benigno Delmiro Coto y continuó haciéndolo Pablo Rodríguez Medina.

- Una vez al mes programábamos “La hora del cuento”.

La “Semana del libro”, les “Xornaes de Lliteratura Asturiana”, el “Taller de escritura creativa”, y “La hora del cuento” ya no están en nuestra programación. Cada vez realizamos menos actividades. Hace 2 años que no podemos programar visitas escolares por falta de personal. Sólo algunas muy puntuales. Aunque todavía seguimos con el Club de Lectura que lleva funcionando más de 14 años y eso es muy importante y también realizamos la presentación esporádica de algún libro o el encuentro con algún escritor.

¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca?

Diría que nos encontramos en un momento dramático y muy negro para las bibliotecas. Han dejado a los Ayuntamientos solos. Carecemos de personal para mantenerlas abiertas en horarios amplios y acordes a las necesidades de las personas usuarias, carecemos de presupuestos dignos que nos permitan por un lado el mantenimiento correcto de nuestras colecciones bibliográficas y por otro el de dar vida a esas colecciones mediante la realización de actividades. No podemos modernizar nuestros servicios y ponerlos a la altura de lo que demandan los nuevos tiempos. Están dejándolas morir de inanición.

¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan?

La localidad en la que está ubicada una biblioteca la condiciona muchísimo, en todos los aspectos. Una biblioteca no puede abstraerse de la comunidad a la que pertenece. Tanto la colección bibliográfica como las actividades que realiza tienen que estar íntimamente ligadas al nivel cultural, a las raíces y a los intereses de sus potenciales usuarios. Por poner un ejemplo muy sencillo, el concejo de San Martín del Rey Aurelio fue durante años el concejo más minero de Asturias. En su día hubo muchos pozos mineros funcionando: El Pozu Entrego, Sorriego, San Vicente, Venturo, Sotón, Villar, Cerezal… Es obvio que todos los libros relacionados con la mina despiertan aquí un interés extraordinario, las novelas, la poesía, las películas, la música… Cuando hace unos años  la Consejería de Cultura propuso realizar rutas literarias en cada concejo para celebrar el Día del Libro,  nosotros hicimos la ruta “Letras a la sombra del castillete / Lletres a la solombra’l castillete”.

Una biblioteca no puede abstraerse de la comunidad a la que pertenece. Tanto la colección bibliográfica como las actividades que realiza tienen que estar íntimamente ligadas al nivel cultural, a las raíces y a los intereses de sus potenciales usuarios

¿Hay alguna actividad que te haya producido especial satisfacción por la acogida que tuvo?

Todas las actividades que programas te producen satisfacción, bien por unos motivos o bien por otros. Cuando realizamos la “Semana del libro” y se involucraba  tanta gente, que ponía tantas ganas, no sólo de los colegios o de los institutos sino de la calle, te satisfacía ver un libro envuelto en celofán en la pescaderia o en la carnicería expuesto entre los chorizos y el lomo. O cuando tantos y tantos autores, editores, sociólogos, lingüistas…, que nos daban aquellas charlas tan interesantes sobre el asturiano y la literatura asturiana, te felicitaban porque acudía gente pues también te prestaba.

Pero, sin duda, la actividad que más satisfacción me produjo fue el primer taller de escritura creativa que organizamos en la biblioteca. Fue allá por el año 1991 y lo impartía Benigno Delmiro Coto. Entre los participantes en aquel taller se encontraban Pablo Rodríguez Medina, Chechu García, Xulio Arbesú, Ana Vanesa Gutiérrez y  Enrique Facuriella. Aunque todos apuntaban maneras, quién nos lo iba a decir!!!! .

A lo largo de tu trayectoria ¿Qué persona o personas (usuarios, visitante ilustres, etc) te han llamado la atención?

Muchas personas de las que pasan por la biblioteca, de la edad que sean, niños y niñas, jóvenes o mayores, te pueden dejar en mayor o menor medida una impronta. Unas por lo mucho que saben y lo bien que lo cuentan, otras por su visión particular o peculiar de las cosas, otras por su humildad o perseverancia, por su capacidad de ilusión o curiosidad…

¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría?

El Concejo de San Martín del Rey Aurelio ha sufrido enormes cambios en estos 30 años que yo llevo coordinado las bibliotecas. El cierre de todas las minas ha cambiado no sólo la fisonomía y el paisaje del Concejo sino también las expectativas de futuro de sus habitantes. En todo este proceso de cambio y transformación siempre he creído que las instalaciones culturales deberían jugar un papel preponderante en el diseño del Concejo. Somos un Ayuntamiento modesto con recursos limitados por lo que mi idea siempre fue la de concentrar los servicios. Ahora debemos añadir  también que pasamos a una sociedad con nuevos canales de información donde lo electrónico y digital tienen mucha importancia y también los medios sociales. Mi reto pasaría por reunir a un equipo multidisciplinar para poder realizar un estudio serio de las necesidades culturales a corto y medio plazo y hacer una planificación acorde a los mismos. Dejar de trabajar a golpe de improvisación y planificar recursos culturales adaptados a la realidad presente y futura, económica y social de nuestro Concejo.

Mi reto pasaría por reunir a un equipo multidisciplinar para poder realizar un estudio serio de las necesidades culturales a corto y medio plazo y hacer una planificación acorde a los mismos

¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales?

El contacto físico que mantengo con el resto de mis compañeros de la Red es muy esporádico y se limita a ocasiones puntuales en que coincidimos en algún acto, como puede ser el “Encuentro Anual de Clubes de Lectura” o el encuentro con el  premio “Princesa de Asturias de las Letras”. Me parecían interesantísimos y muy de provecho los encuentros que hace años y a instancias de la Jefa de la Sección de Coordinación Bibliotecaria, Carmen Prieto, teníamos en Perlora. Se impartían charlas, había reuniones de trabajo pero lo más interesante era el intercambio de experiencias con los compañeros y las compañeras. Siempre volvías con las pilas cargadas y el ánimo renovado. Ahora el contacto es virtual, a través del programa de trabajo Absysnet, del correo electónico y del Facebook.

¿Sientes que tu trabajo es valorado?

Es una pregunta que nunca me había planteado. Yo creo que hay mucho desconocimiento acerca de cuáles son nuestras labores y en qué consiste nuestro trabajo y muchos prejuicios también. Sigue habiendo quienes consideran que como trabajas con libros te los has leído todos y eres una erudita y otras personas que creen que tu trabajo consiste sólo en “apurrir” libros. La valoración  general de  los usuarios y las usuarias, de la comunidad educativa, de  las asociaciones culturales, etc, la percibo muy positiva. En cuanto a los responsables políticos, depende. Hay de todo también. Y no tiene nada que ver con el grupo político al que pertenecen sino con la valoración general que le da cada uno a la cultura en general y a la lectura en particular.

¿Cómo has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo la profesión en estos años?

La evolución ha sido tremenda. Al principio, en la biblioteca trabajábamos con lapiceros, bolígrafos y una máquina de escribir. Para encontrar obras o autores tenías que buscar en el último volumen que tuvieras del catálogo ISBN o tirar de teléfono y llamar a la Biblioteca de Asturias. La enciclopedia Larousse te resolvía el 50% de las consultas del público en general y muchas tardes tenías la biblioteca abarrotada de estudiantes con cartulinas, tijeras y pegamento para hacer sus trabajos escolares. Ahora la tecnología e internet lo han revolucionado todo. La forma de trabajar es radicalmente diferente, y a los que no hemos nacido en la era digital nos exige un cambio de mentalidad, un esfuerzo y una formación constantes porque los cambios son muy rápidos y necesitamos adaptarnos. Y de cara a los usuarios y las usuarios lo mismo, porque a pesar de que la información está a su alcance nuestro esfuerzo debe ser ayudarles a buscarla y gestionarla correctamente. Se nos plantean muchos retos a los profesionales de las bibliotecas.

¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecaria?

Si, sigo manteniendo la ilusión en mi trabajo porque me entusiasma, aunque no de la misma manera que al principio. En esta profesión, y suele pasarnos a todas, llegas a considerar la biblioteca como tuya, pones un interés y un empeño en todo que va más allá de lo profesional y cuando las cosas no salen como a ti te gustaría llevas muchos disgustos. Mi trabajo depende en gran parte de políticos y de decisiones políticas de ahí que tengas tantos sinsabores y decepciones. Pero luego está la otra parte, el contacto diario con los lectores y lectoras, el público infantil de las visitas escolares, los miembros del club de lectura, los encuentros con escritores, el olor de los libros nuevos, mi compañera de trabajo… y todo esto lo compensa todo y me da energías y ganas para seguir peleando.

¿Hay algo que te resultase frustrante en estos años?

Las administraciones han dejado a los ayuntamientos solos en el mantenimiento de los servicios bibliotecarios y es demasiado esfuerzo para un consistorio tan humilde como el nuestro

Cuando empecé a trabajar aquí las bibliotecas no estaban en buenas condiciones, las estanterías de madera tenían polilla, las fichas de los libros estaban desordenadas en los cajones, las bibliotecas abrían sólo un par de horas por la tarde… Hubo que pelear mucho para ponerlas en funcionamiento, pero tanto la administración local como la regional, de las que dependemos, estaban también trabajando en la labor de recuperarlas. Y lo hicimos. Se mejoraron las instalaciones y se modernizaron los servicios que prestamos. Hubo un momento que pensamos que esto había arrancado de verdad. El nivel era bueno. Pero de unos años a esta parte hemos sufrido un parón. Las administraciones han dejado a los ayuntamientos solos en el mantenimiento de los servicios bibliotecarios y es demasiado esfuerzo para un consistorio tan humilde como el nuestro.

Personalmente y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder?

Hay dos proyectos muy importantes que no he conseguido y que me habría gustado lograr porque hubieran cambiado mucho el panorama bibliotecario de este Concejo. Uno de ellos habría sido fusionar las bibliotecas de Sotrondio y Blimea. Hacer una Casa de Cultura en el Parque de El Florán, donde está el Instituto, que contara con biblioteca, telecentro, salón de actos, salas para hacer talleres, etc.. Con el mismo presupuesto y el mismo personal podríamos aumentar y mejorar mucho los servicios culturales. No recomendé el traslado de la biblioteca de Sotrondio a su nueva ubicación pero fue en vano. Y no me equivocaba. El traslado fue un error, apartada del centro y de donde se encuentran el resto de los servicios culturales del Ayuntamiento. La otra habría pasado por conseguir que la biblioteca de El Entrego, cuando se  trasladó al nuevo edificio, hubiera podido nacer con perspectivas de futuro. Y fue una pena no haberlo conseguido porque en aquel momento contaba con el apoyo total e incondicional de la Concejala de Cultura.

Creo que las bibliotecas se encuentran en una encrucijada histórica, si no queremos fenecer tenemos que lograr que nuestras bibliotecas se modernicen, se flexibilicen y se conviertan en lugares atractivos

¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca?

Esta es una pregunta muy difícil de contestar tal y como están las cosas ahora. Yo creo que las bibliotecas se encuentran en una encrucijada histórica. Estamos en la era de la revolución digital, de la robótica, de la interconectividad a través de los dispositivos móviles, de las redes. Con este panorama si no queremos fenecer tenemos que lograr que nuestras bibliotecas se modernicen, se flexibilicen y se conviertan en lugares atractivos, de encuentro, de actividades diversas. Pero para ello necesitamos medios materiales, económicos y personales, así que habrá que ser perseverante.

(21 de mayo de 2018)

 

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias