Todos los perros de mi vida
Recomendado por:
Elena Marcos Fernández / Bibliotecas de Siero

 

Todos los perros de mi vida

Elizabeth von Arnim

Lumen

195 págs.

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“Para empezar, les diré que aun apreciando mucho a mis padres, mis maridos, mis hijos, mis amantes y mis amigos, ninguno de ellos es capaz de ofrecer el amor con que te obsequia un perro. Como yo también he sido madre, hija, esposa, amante y amiga, sé muy bien cuán tornadizos son los amores humanos. Los perros en cambio, están libres de esos vaivenes del sentimiento. Cuando un perro te ama, eso es para siempre, hasta su último ladrido. Así es como me gusta ser amada, y por eso hablaré de perros”.

De este modo comienza el libro de von Arnim, que nos presenta no como una autobiografía, sino como la vida de sus (hasta el momento en que escribe) catorce perros.

El libro está editado en la colección Memorias y biografías de Lumen, y es cierto que a pesar de la insistente voluntad de la autora en contar la vida de sus perros y no la suya, la autobiografía asoma velada pero constantemente.

Es cierto que los momentos de su vida en que no tiene perro no aparecen en la novela, por muy importantes y decisivos que hayan sido para ella.

Así, su relato como feliz viuda que vive en las montañas suizas, se interrumpe cuando en 1914, por temor a la situación de sus hijos que están internos en Inglaterra, se aleja de su hogar y de su Coco, un leal perro que ayuda siempre a transportar pequeños paquetes y que intenta evitar la partida de su ama negándose a entregarle su bolsa de viaje, hasta que su educación y su sentido de la obediencia lo vencen. Nada nos cuenta hasta 1919, en que vuelve a Suiza para ver morir a Coco. Sabemos que en esos cuatro años se casó, se separó y vivió historias muy tristes que marcaron para siempre su existencia. Pero durante esos años no tuvo perro.

Tampoco aparecen en el libro los hechos que encontramos en todas las biografías de von Arnim: su relación íntima con H. G. Wells, su amistad con su prima Katherine Mansfileld o con Horace Walpole.

Y a pesar de todo ello, la historia de los perros es la historia de la propia Elizabeth, pero la historia pequeña, doméstica, la historia subjetiva, la íntima e intimista, más sensación que pensamientos, más sentimientos que acción.

Es un libro escrito con sencillez, que se lee de un tirón, que se disfruta al leerlo, pero que también produce la sensación de necesitar más, de saber más, de seguir leyendo a Elizabeth von Arnim”.

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias