Entrevista con la autora Beatriz Rato Rionda

Que una novela relate la historia de una niña y su evolución durante unos años hasta hacerse adulta, empiece en el ambiente doméstico de la pequeña y acabe cuando ya está convertida en madre de familia, no parece que pueda tratar temas distintos e interesantes, incluso controvertidos, pero cuando esta niña es una criada que vive en Marruecos, emigra a España, se occidentaliza y debe regresar por imposición paterna a su país para casarse con un hombre desconocido mucho mayor que ella, la perspectiva cambia.

Pero si, además, al tiempo que se narra la cotidianidad de la protagonista y su familia se describen las interioridades de la cultura árabe, se analizan la situación de la mujer en ella en contraposición con la que viven las féminas occidentales, se habla de emigración, de regreso a la religión de los desencantados jóvenes hijos de emigrantes en Europa, del peso de la religión en el día a día de las personas residentes en países musulmanes, etc., la diversidad de su temática y los distintos enfoques que la novela sugiere se amplían sobremanera y el abanico de lectores interesados en ella se multiplica.

Esto sucede con la novela Como una gota de miel en mi corazón (Editorial Popum Books) que la escritora Beatriz Rato Rionda publicó hace unos meses.

Beatriz Rato por vocación y formación muy cercana a la literatura y a pesar de no basar en las letras su profesión, acumula ya un buen número de publicaciones, tanto en asturiano como en castellano, con muy variados temas y dirigidos a diferentes públicos. Ya ha publicado libros infantiles, juveniles, tratados sociológicos y etnográficos y hasta un anecdotario y un libro de recetas.

Sus dos últimas publicaciones fueron una novela juvenil también de tema difícil, Diario de un acoso, sobre el acoso escolar, y un relato juvenil en 2016.

En esta ocasión nos presenta una novela para todos los públicos lectores, y por ello le pregunto:

¿Cómo definiría su novela? ¿A qué público la dirige?

Es una novela que trata distintos temas. Contiene divulgación, historias de amor, análisis y crítica social… Creo que lectores de gustos diversos podrían encontrar algo interesante en sus páginas.

¿Cómo surge el proyecto de escribir este relato y cuándo? ¿Ha sido una escritura rápida o de larga gestación?

Es un proyecto largamente pensado y reposado, lo cual considero que le ha dado mayor trasfondo e interés, a pesar de no ser una novela muy larga.  Los proyectos repensados, analizados, sopesados y enfocados con perspectiva y tiempo suficiente tienen un poso que trasciende la prosa, aunque ésta sea sencilla. Desde el primer momento supe qué quería contar y reivindicar, pero no veía tan claro cómo hacerlo. Finalmente, pienso que el enfoque es el adecuado, pues no le resta profundidad y expone temas complejos y controvertidos sin dirigir la opinión del lector, al tiempo que proporciona datos y situaciones que pueden originar reflexión y debate. En definitiva, pienso que es una novela que puede leerse desde distintos puntos de vista y poniendo el foco de atención en realidades e intereses diferentes, en definitiva, que cabe una lectura como novela romántica, sociológica, política, incluso.

¿Cuál fue el origen, la idea de la que surgió la escritura de esta obra?

Por mi conocimiento de la cultura marroquí y, por tanto, musulmana debido a mis frecuentes viajes al país y mi convivencia durante muchos años con personas pertenecientes a ella, me sentí en la obligación de contar la historia de una persona de las que no tienen voz, de las que viven una vida tan sencilla y en apariencia anodina que no interesa a nadie, de las que no tienen aparentemente nada que contar o, lo que es peor, cuya vida concreta o modo de vida no interesa a  nadie. Es la historia de una mujer cualquiera, pero no una historia singular o única, sino muy frecuentemente repetida, ya que lo que intento plasmar y de algún modo denunciar en este relato es la historia de sumisión y silencio de muchas mujeres que incluso hoy día, en pleno siglo XXI, carecen de elección en algo tan básico como con quién desean casarse y vivir el resto de sus vidas y se ven abocadas a someterse a la voluntad paterna y casarse en un matrimonio impuesto y definitivo que las unirá de por vida a un perfecto desconocido con frecuencia mucho mayor que ellas. Es un modo de esclavitud, a mi parecer. Se compra la vida de una persona que no puede elegir y que vivirá, condenada desde muy joven, una existencia impuesta y definitiva, sin posibilidad de enmienda o cambio posible.

me sentí en la obligación de contar la historia de una persona de las que no tienen voz, de las que viven una vida tan sencilla y en apariencia anodina que no interesa a nadie

Se trata, entonces, de una obra reivindicativa, pese a estar escrita con una prosa limpia y sencilla. ¿Dirías que es así?

En cierto modo sí es reivindicativa, pero también pretendía que fuera didáctica y realista, y, por ello, que los artificios literarios no enmascararan lo que me proponía relatar, para que surgiera la reflexión analítica de modo espontáneo en el lector. Como dije antes, expongo temas que pueden ser analizados en la mente del lector sin hacerlo de modo sesudo o complejo sino propiciando, con sencillez, que el mensaje llegue no solo a personas muy formadas sino también a lectores sencillos y a los jóvenes, que son los que por su edad y posibilidades vitales tendrán en su mano y trayectoria quizá aminorar la tragedia que supone para la vida de una mujer el estar inmersa en un engranaje cultural que tritura sus esperanzas y posibilidades de elección en cuestiones básicas y derechos fundamentales, como cierta libertad, acceso a la educación, etc.

¿Cómo piensas que puede recibir la obra un posible lector o lectora musulmán en general o marroquí en particular?

Creo que he tratado con cariño y respeto las tradiciones que doy a conocer. Hablo de los ritos de nacimiento, matrimonio, muerte, religiosos, culturales… incluso de medicina natural tradicional. Me he empapado para escribir la novela de información que quiero divulgar entre lectores occidentales y en todo momento presento la cultura musulmana con delicadeza y de modo amable. No escribo de ella desde la crítica ni con ojos de europea analítica. La muestro con objetividad, lo que no impide que también ponga sobre la mesa temas no tan agradables como los matrimonios concertados, anacrónicos pero aún vigentes y propiciados por el peso de una tradición pesada y dominante que dificulta el día a día de los ciudadanos.

No escribo de la cultura musulmana desde la crítica ni con ojos de europea analítica. La muestro con objetividad

Tratas, entonces, temas delicados…

Sí, algunos delicados, como la emigración o el agobiante dominio de una tradición secular mal entendida, pero creo que los escritores debemos hacerlo. No todo el mundo lee artículos de prensa, historia o ensayo. Pienso que los lectores de novela, en medio de esos relatos de ficción, también deben tener posibilidad de encontrar información que les instruya y enseñe otras realidades. La novela también puede ser un buen modo de trasmitir la historia, y así ocurre con géneros como la novela negra, que al tiempo que intriga al lector, muestra descarnadamente una sociedad en un momento concreto y lugar determinado. En este caso, mi novela hace lo mismo.

¿Quiere eso decir que los personajes de la novela son reales? ¿Salima, Alma Luz, Ernesto, Mohamed, Fdoll… existen de verdad, los has conocido?

No. Son personajes construidos por mí para relatar las experiencias vitales de la protagonista y sus allegados. He conocido en mis estancias en Marruecos personas con esas características, incluso he utilizado algunos de sus rasgos físicos y de sus gestos; también algunas experiencias y casos son verídicos, pero, como hace un escritor de ficción, cogiendo de aquí y de allí, haciendo un collage creíble con distintas piezas que me han ayudado a conformar y plasmar la realidad y situación que me interesaba dar a conocer, siempre basándome en la realidad, coherencia y verosimilitud.

La trama se desarrolla en torno a año 2000, ¿por algo especial?

No. No existe un motivo concreto dado por el argumento o los hechos, pero sí me parecía un momento adecuado para dejar ver ciertos gérmenes de la conflictiva situación actual con problemas más graves como el terrorismo y el extremismo fundamentalista que en el año 2000 no existían, o al menos no tenían las características actuales.

En algunas conversaciones de los protagonistas se ponen sobre la mesa temas como el llamado “síndrome de la segunda generación de los emigrantes”, de los hijos de los que se fueron y , por no sentirse de ninguna parte, se abrazan a la religión con una intransigencia descomunal; se habla igualmente de las características de los matrimonios occidentales y de los musulmanes, de los avances culturales y sociales… Situar la acción en ese momento me permitía proporcionar datos sobre el origen de conflictos graves actuales y de difícil comprensión desde la perspectiva europea.

me parecía un momento adecuado para dejar ver ciertos gérmenes de la conflictiva situación actual con problemas más graves como el terrorismo y el extremismo fundamentalista que en el año 2000 no existían

¿De dónde surge un título tan llamativo?

El título es una expresión marroquí utilizada para expresar el amor o aprecio hacia alguien. “Ha entrado en mi vida como una gota de miel en mi corazón”. Me encanta esa expresión. La protagonista la utiliza al acabar la novela. Es la última frase. Habrá que leerla para saber a quién la dirige…

Llama la atención la luz que impregna las páginas. ¿Usted también lo ve así? ¿Es una luminosidad buscada?

Sí la luminosidad estridente del sol africano y el tamizado gris europeo impregnan la realidad de la protagonista en dos momentos vitales muy diferentes, aunque no siempre la luminosidad acompañe sus momentos más felices ni la niebla presencie sus peores momentos… Se entenderá lo que digo con la lectura del relato.

También se aprecian dos ritmos muy distintos en la novela.

En efecto, y son igualmente elegidos de modo consciente por mí. En la estancia de la protagonista en Marruecos, el tiempo trascurre con mayor lentitud, hasta la sangre parece circular más lentamente. Las descripciones son más lentas mostrando la modorra, el silencio, el calor aplastante, la asfixia que origina un modo de vida. En cambio, cuando la protagonista está en España, el ritmo es más rápido. La sociedad funciona a mayor velocidad, invita a un mayor movimiento. Suceden más cosas, se contempla menos y se actúa más.

¿Es siempre el peso de la tradición un lastre?

Con demasiada frecuencia aún sí, lo es. Sobre todo en culturas no occidentales, pero también en éstas, aunque más sutilmente. Con frecuencia en Marruecos traté con mujeres muy preparadas intelectualmente, muy viajadas, universitarias brillantes, obligadas también a pasar por el aro del sometimiento y aplastadas por el insoportable peso de la tradición. No se cuestiona. Es así. A la protagonista le recomienda su madre, como en un precepto fundamental: “Ante la duda, piensa en la tradición, y síguela”. Todo parece inamovible y eso lo encuentro terrible. En ocasiones me hizo pensar si no serían más felices las mujeres árabes que vivían en un “harem”, sin conocer otra cosa, que las mujeres actuales, sabedoras de que existe una realidad con posibilidades diferentes e inaccesible para ellas por el simple hecho de haber nacido en un lugar y no en otro.

¿Por qué crees que alguien debería leer tu novela?

Como dije antes, para que sirva de reflexión acerca de ciertos temas sobre los que habitualmente pasamos de puntillas y para ser conscientes de que existen otras realidades distintas a la  nuestra y mucho más dificultosas.

sirva de reflexión acerca de ciertos temas sobre los que habitualmente pasamos de puntillas y para ser conscientes de que existen otras realidades distintas a la  nuestra y mucho más dificultosas

¿Cabe una segunda parte de la historia?

Eso me piden. Creo que no, en este caso concreto. Una salida distinta a la historia le restaría verosimilitud. El comportamiento de los personajes es el que debe ser en esa situación y entorno. Otra salida no la veo posible.

 ¿Qué aceptación está teniendo en el público lector?

Está teniendo muy buena aceptación. Me escriben lectores diciendo que les ha gustado, en ocasiones sorprendidos o incluso impactados o enfadados, pidiendo una segunda parte que les haga sentirse mejor, pues la lectura les ha removido algo dentro. Si les ha dejado poso y les ha provocado reacción anímica o sentimental, me doy por satisfecha como escritora, pues he conseguido el impacto emocional que perseguía. Hay realidades que no deberían dejarnos indiferentes a nadie.

 

(31 de octubre 2017)

 

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Sobre el autor

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