Sergio C. Fanjul, Natalia Menéndez, Eva Mar Santurio: Premios Asturias Joven

Los Premios Asturias Joven se han consolidado como una más que interesante cantera de jóvenes valores literarios. Convocados desde el año 1993 por la Consejería de Cultura y Turismo a través del Instituto Asturiano de la Juventud y dirigidos a menores de 36 años, cuentan con modalidades de Narrativa, Poesía y Textos Teatrales. Entre la nómina de premiados se encuentran nombres de la talla de Ricardo Menéndez Salmón, José Luis Rendueles, Ignacio del Valle, Javier Lasheras, Pablo Rodríguez Medina, Sofía Castañón, Miguel Barrero, José Ángel Gayol y un largo etcétera; la lectura de cualquiera de los libros premiados suele ser de garantía.

Convocamos en el Campus del Milán a los dos ganadores de la edición de este año, Sergio C. Fanjul y Eva Mar Santurio -con sus obras recién presentadas-, y a Natalia Menéndez, galardonada la pasada edición, para que nos cuenten sus impresiones tras la consecución del Premio.

 

 

Eva Mar Santurio.- A mí me cuesta mucho hablar de lo que escribo y decírselo a la gente, pero es algo que más tarde o temprano le va a tocar hacer a cada escritor. ¿Cómo os enfrentáis a la difusión en público de vuestra obra?

Sergio C. Fanjul.- A mí me hace sentirme muy culpable… esto es arte, no es una mercancía. Hay muchos blogs por ahí de escritores que, en vez de dedicarse a escribir en él, a lo que se dedican es a promocionar su obra. Yo prefiero no utilizar mi blog para eso, además no puedo evitar ese sentimiento de culpa cuando tienes que hablar de tu propia obra, es como si te estuvieras vendiendo.

Natalia Menéndez.- Hay una parte de esa promoción que a mí me cuesta mucho más, que es hablar de lo que he escrito y además tener que leerlo en público. Supongo que con el tiempo se te irá quitando pero, de momento y para mí, es la peor parte… Realmente yo creo que la poesía no hay que explicarla, pero siempre te lo preguntan, siempre te obligan a explicar qué quise decir en mis poemas. Y además es extraño lo de leer en público -al menos ante la familia y amigos, que son los que suelen asistir a estos actos-, primero estuviste escribiendo en tu recinto cerrado y ahora de repente tienes mucha gente delante.

S.F.- Mucha gente además no sabe que puede que incluso el mismo poeta no entienda el poema, no todos los versos tienen por qué tener un significado explicable.

N.M.- Y que también puede cambiar su significado con el tiempo, incluso para el propio autor.

 

S.F.- Me toca preguntar: ¿Cómo comenzasteis a escribir?

N.M.- Yo empecé con diecisiete años y, en mi caso, la escritura comenzó con la lectura -imagino que para todo el mundo es más o menos así-, después de leer muchos poemas. No tengo el recuerdo del momento en que me senté y escribí el primero, pero tengo guardados poemas de cuando iba al Instituto, pero evidentemente esos nunca verán la luz.

E.S.- Yo comencé a escribir siendo bien pequeñita, cuando leí un poema de Quevedo que era la Oda al pedo. Me parecía fantástico tener esa libertad de poder escribir de casi cualquier cosa, así que escribí la Oda al pisotón, creo que con ocho o nueve años. Casi no había leído, sólo las lecturas de clase pues en mi casa apenas había libros. Fue aquella libertad que me dio Quevedo. Decir: si tú eres capaz de escribir esto y yo te estoy estudiando, yo también puedo escribir.

 

Vas evolucionando y reniegas de aquello que ya no eres, por tanto sabes que habrá un momento en que renegarás de lo que estás haciendo actualmente
Eva Mar Santurio

 

N.M.- Ahora que ya tenéis publicado vuestro primer libro ¿cómo os enfrentáis a esos primeros textos que escribisteis hace ya un tiempo? ¿Qué función tienen esos textos en lo que ahora escribís?

E.S.- Vas evolucionando y reniegas de aquello que ya no eres, por tanto sabes que habrá un momento en que renegarás de lo que estás haciendo actualmente; con lo cual acepto esos primeros textos, pues en el momento en que los hice, los hice con todo el cariño y con el corazón. El día de la presentación de los Premios hablaba con Ricardo Menéndez Salmón de cuando él lo ganó y yo lo perdí hace trece años. Yo se lo agradezco al miembro del jurado que no me dio el voto pues ahora reviso esos relatos y me parecen mediocres. Pero claro, ahora estoy hablando desde otro nivel en mi forma de escribir que no era el de mis veintipocos años.

S.F.- Yo creo que todos nos avergonzamos en algún momento de algo que hemos escrito. Pero también me sucede una cosa muy curiosa, pues en ocasiones me gustan más los poemas viejos y me digo a mí mismo que eso sí que molaba… ahora ya no escribo tan bien… no tengo cosas que contar, que ya lo he escrito todo… Con los poemas puede sucederte estas cosas y al ofrecerlos en tu blog están muy al orden del día pues cualquiera los puede revisar y comentar, no es como si los tuvieses en un cajón. Muchas veces me gustan más que lo que estoy escribiendo en ese momento.

E.S.- Veo que estás pasando una etapa nostálgica…

S.F.- Quizás sea eso y que tenga nostalgia hasta de las malas etapas…

 

E.S.- Internet. Todos hemos notado el cambio brutal a la hora de comunicarse con otra gente que está haciendo lo mismo que tú en cualquier otra parte del mundo, ¿vosotros pensáis que eso se deja notar literariamente en los escritores de nuestra generación?

S.F.- Yo creo que en general Internet hace que la gente esté muy dispersa, haciendo mil cosas a la vez, cuando estás en Internet tienes abiertas mil páginas, incluso en mi trabajo, entonces yo creo que a la gente ya no le gustan los textos largos, no se puede mantener la atención a una misma cosa tan largo tiempo, por eso ahora la narrativa es la de esa “generación nocilla” con textos cortos, muy fragmentados, que reflejan historias muy diferentes para desviar la atención pues la gente no aguanta… A mí me cuesta mucho concentrarme, voy a volverme un poco tarumba. Respecto a la poesía, Internet es ideal, pues puedes leer mil poemas y ayuda a la gente a que se conozca y que se formen grupos, no creo que afecte a la forma de escribir poemas, pero sí a su difusión.

N.M.- En cuanto a la promoción es algo fundamental pues gracias a Internet hay muchísimos poetas que yo ahora conozco a los que sería imposible encontrar, ni siquiera en las bibliotecas. Hay libros que se publican en Asturias pero que no tienen salida ni visibilidad fuera de aquí, pero ahora es mucho más fácil que te conozcan. Muchos de los libros que tengo los he conocido por Internet tras leer alguno de sus poemas y después los he comprado también por Internet, sin tener que buscar ni desplazarme para su adquisición. Para la literatura en general Internet es fundamental. En cuanto a la creación supongo que sí que pueda influir en la narrativa, pero en la poesía ya no se deja notar tanto.

 

S.F.- ¿Por qué escribís en el género que escribís y no en otro?

N.M.- Yo sólo escribo poesía, he intentado escribir algún relato pero para mí la narrativa requiere una técnica y un tiempo que no tengo, una disciplina que ahora no puedo entregarle. Pero no lo descarto, quizás algún día… pero siempre he sido de poesía, aunque esté abierta a probar nuevas formas creativas.

E.S.- Pues fíjate que yo empecé por la poesía, que es lo que más me divertía hace un montón de años y sigo escribiendo poemas de vez en cuando, pero espero que jamás nadie vea ninguno de mis poemas, no me veo poeta. Eso sí, yo toco el resto de géneros. ¿Y cómo me enfrento a ellos? Pues si la historia que te estás contando a ti misma es diálogo, se quedará en diálogo pues así nació en tu cabeza; si la historia es pequeña, se quedará en un hiperbreve o un pequeño relato; si la historia es gigantesca, entonces prepárate para hacer esquemas, a estudiar y a hacer de todo porque estás pariendo una novela. Lo lleva implícito.

N.M.- Una cosa al hilo de esto, si escribes poesía te suelen preguntar por qué no escribes una novela, si escribes relato te suelen preguntar por qué no escribes una novela, pues creen que eres incapaz de escribirla y debes crear cosas fragmentadas. Pero si escribes una novela nadie te pregunta ¿por qué escribiste esta novela y no un poemario? Hay cierta incomprensión ante la poesía, no se entiende que escribas algo que importa a pocos o que van a leer cuatro.

S.F.- Ahora con el estilo de la “generación nocilla” parece más fácil eso de escribir una novela, con este nuevo modelo de novela parece posible hacerlo. Nadie se va a poner en este momento a escribir Guerra y paz.

 

Siempre somos muy apocalípticos. Yo creo que la saturación de escritores es la misma que ha habido siempre, supongo que lo que sale tiene que salir.
Sergio C. Fanjul

 

N.M.- Acabáis de presentar vuestras obras ganadoras del Premio Asturias Joven, aunque ya os lo han comunicado hace tiempo, desde ese momento hasta ahora, ¿ha cambiado en algo vuestra motivación?

E.S.- Esto es como el enamoramiento. He pasado por varias etapas: he pasado por la euforia total, he pasado por la de “¿y ahora qué?”, y he terminado en la de “bueno, ¡qué más da!”. No me han llamado de editoriales, no me ha llamado la prensa para decirme lo buena que soy… Es pensar: “por fin, por fin me han descubierto”, y luego “ah, no, no ha cambiado nada”. Eso sí, ayer pasé por la librería Ojanguren para comprar un libro y pregunté por el mío, me dijeron que se habían vendido cuatro y me dio tal alegría que me di pena hasta yo.

S.F.- Después del Premio pensé en escribir otro libro de poemas, pero claro, es diferente pues antes, cuando escribí el libro ganador, ni siquiera sabía que estaba escribiendo un libro de poemas. El mismo día en que se iba a acabar el plazo cogí un número de poemas y preparé el libro. A mí siempre me dan envidia los poetas que escriben un libro coherente y siempre he pensado en hacer algo así en torno a un tema. Bueno, el caso es que quien me lee me dice que los poemas sí que tienen un hilo, pues tienen mi voz y parece que todo pega. Eso sí, tú lo ves deslabazado. Por lo demás no, no he notado nada… a ver cuándo hace efecto este Premio.

E.S.- En la trayectoria de los que han ganado el Asturias Joven hay unos cuantos que hoy en día tienen una gran proyección nacional, con lo cual estos Premios no son tan tontería como parece. Lo que pasa es que, como son algo regional, tienen poca visibilidad… Sin ir más lejos, en las librerías nos colocan en la sección Asturias. Aunque haya ganado esto yo escribo para todos, no me cerréis vosotros… Nos clasifican. Hacen una diferencia entre quien publica dentro de Asturias y quienes publican fuera. Si publicas con una editorial de fuera te colocan en la sección literaria, pero si publicas con una editorial de aquí te colocan en la sección Asturias.

N.M.- A lo mejor Internet sí que nos viene bien a nosotros pues te pueden conocer fuera.

 

E.S.- ¿Y cómo llegar a las editoriales? Ahora ya tengo mi medallita en forma de premio, pero no tengo siquiera la oportunidad de presentar lo que estoy haciendo pues hay tal saturación de escritores que las editoriales han puesto el cartel de “no enviar manuscritos”… ¿Cómo os enfrentáis a esta saturación que provoca que ninguna editorial te haga caso si no te conocen previamente?

S.F.- Siempre somos muy apocalípticos. Yo creo que la saturación de escritores es la misma que ha habido siempre, supongo que lo que sale tiene que salir. Además, en el mundo del libro no se ha notado tanto la crisis, se mantienen las ventas…

N.M.- Este Premio lo que hace es darte a conocer pero no te garantiza que después de él, cuando vayas a cualquier sitio con tu libro, te lo vayan a publicar. Esto no es así. Generalmente funciona un poco por aquello de los amigos, como en muchos campos. Habrá que trabajar de otra manera y hablar con los editores y ver por dónde entran los libros. Sí se nota que el Premio te hace un hueco en el mundo literario, te hace ser conocida y conocer a mucha gente, y sí que esos contactos pueden abrirte puertas.

 

El Premio te hace un hueco en el mundo literario, te hace ser conocida y conocer a mucha gente, y sí que esos contactos pueden abrirte puertas.
Natalia Menéndez

 

S.F.- Es obligado hablar de los autores que nos gustan e influyen en nuestra obra…

E.S.- Lo lleváis crudo conmigo, ayer me dijeron que leer a Lope de Vega no es nada glamuroso…

N.M.- Empezaré por aquellas lecturas que creo que influyen en lo primero que uno escribe. A los diecisiete años siempre son lecturas tremendas como Baudelaire, después Cernuda, Salinas… Más tarde leí a los poetas que se publicaban en ese momento, todos los autores de Hiperión: Almudena Guzmán, Aguado… Los primeros Asturias Joven, como Javier Lasheras o José Luis Piquero. También Ángel González, Gil de Biedma, Cristina Peri Rossi -que es una de mis favoritas-, Luis García Montero… de todos ellos algo habrá en mi poesía, o nada, no lo sé.

E.S.- Cada vez que alguien ha intentado ver las influencias que tengo me he apuntado los autores que citaba, a veces para leerlos… Hubo un crítico muy lúcido que me decía que se notaba la influencia de Bukowski. Obviamente no le dije que jamás había leído a Bukowski, y me pasé años sin leerlo, con mucho miedo de que él hubiese escrito lo que yo estaba escribiendo. Al final, me atreví a leerlo y descubrí que no tenía nada que ver conmigo. Así que, en ocasiones, lo de las influencias… Cuando yo estoy escribiendo algo y un autor o una lectura me gusta lo suficiente o me parece importante, sale en el relato… y se ve. Lo que estás leyendo te influye y, cuando lo noto, cuando más que una influencia es una inspiración, lo uso y lo pongo bien claro, que se vea, pues no me gusta robar. Así que influencias… cualquier cosa, desde un anuncio de la tele hasta las primeras lecturas de la infancia, todo está mezclado en tu subconsciente. Otra cosa bien distinta es que te inspires en una obra en concreto y la utilices.

 

N.M.- ¿Qué pensáis que va a pasar con la llegada del libro electrónico?

E.S.- Estamos justamente en el medio de un cambio. No somos la generación que va a crecer con ello, ni somos la generación que no ha vivido las nuevas tecnologías; nos hemos quedado en el medio y yo lo estoy disfrutando, lo estoy pasando muy bien…

S.F.- Casi pregunto yo a los bibliotecarios: ¿qué va a pasar con las bibliotecas? Para que te guste el libro electrónico tienes que haber empezado a leer con él. Será difícil para quien lo ha conocido en papel. Yo soy muy fetichista con los libros, pues me gustan como objeto, me gustan casi más que leerlos y no sé si los que nos hemos criado con libros podremos cambiar tan fácilmente… Aunque seguro que me pasa, ya verás…

N.M.- Es muy distinta la lectura cuando estás ante un libro. Cuando lees en pantalla siempre estás haciendo más cosas, con mil ventanas abiertas a la vez. Cuando estoy con un libro la lectura es más concentrada… Yo creo que no se va a acabar el formato papel.

 

S.F.- ¿Podéis comentarnos vuestros proyectos literarios?

N.M.- Estoy escribiendo muy poco, aunque tengo material anterior, algún proyecto editorial y voy a participar en proyectos expositivos con otros artistas, pero a corto plazo no tengo ningún libro de poemas en perspectiva, tengo otros asuntos “personales” que me van a ocupar mucho tiempo (mientras comenta esto acaricia su embarazo). Lo que sí me gustaría es poder publicar sin tener que presentarme a premios, hay gente que lo toma como una opción para su carrera literaria, pues una de las cosas positivas de los premios es que el libro premiado sale publicado, pero creo que hoy en día ser muy premiado puede llegar a verse incluso como algo negativo para un escritor y además puede condicionar tu forma de escribir.

E.S.- Yo estoy metida en un montón de cosas a la vez y me disperso con lo que escribo. Estoy haciendo una colección de relatos que se llama Frases célebres para escribir en los bares. Estoy terminando la trilogía que formaban las dos colecciones de relatos que quedaron finalistas en anteriores Asturias Joven. Terminé un libro de hiperbreves, y también estoy con mi tesis doctoral.

 

S.F.- Os invito a finalizar con una recomendación literaria. Yo, sin duda El palacio azul de los ingenieros belgas, de Fulgencio Argüelles, me parece un libro cojonudo que no ha tenido la repercusión que merece.

N.M.- Un libro que me ha marcado especialmente y que no puedo saber bien por qué pues la poesía es así, es Usted de Almudena Guzmán, por algún motivo se mantiene ahí en el tiempo y vuelvo a él cada poco.

E.S.- Yo solo recomiendo a la gente que lea, ya con eso me quedo contenta.

 


Sergio C. Fanjul

(Oviedo, 1980) aunque desde hace algunos años reside en Madrid donde ha conseguido acabar la Licenciaturaen Astrofísica antes de que esta acabase con él. Actualmente cursa el Máster de Periodismo UAM/El País. A pesar de tener la cabeza en las estrellas ha tenido tiempo para dedicarse a la literatura colaborando con revistas literarias como Fábula, La Bolsa de Pipas, Oniria, La Bella Varsovia, Lata de Zinc, El Invisible Anillo, Hesperya, Caldodecultivo, y otras publicaciones, blogs y fanzines de dudosa calaña. Ha ganado algún que otro premio. Desde tiempo mantiene el blog PlanetaImaginario. (http://planetaimaginario.blogspot.com/)

Ganador del Asturias Joven de Poesía 2008 con Otros demonios.

Natalia Menéndez

(Avilés, 1973) Doctora en Filología Inglesa por la Universidadde Oviedo. Actualmente trabaja como profesora en un instituto de enseñanza secundaria, aunque con anterioridad ha sido profesora de Inglés y Literatura Inglesa en la Univ. de Oviedo. Hasta la fecha ha publicado tres poemarios: Las Virtudes Cardinales (2007), La nostalgia del caníbal (2007) y Restos de un naufragio (2008). También es autora de un libro de inglés técnico audiovisual y co-autora de dos libros de crítica literaria sobre literatura en lengua inglesa. Escribe una columna quincenal de opinión en el diario La Nueva España. (www.nataliamenendez.com)

Ganadora del Asturias Joven de Poesía 2007 con La nostalgia del caníbal.

Eva Mar Santurio

(Oviedo, 1973) Licenciada en Filología Hispánica porla Universidadde Oviedo y Máster en Edición de libros porla Universidadde Alcalá de Henares. Hoy en día está dedicada en cuerpo y alma a terminar su tesis (con la que lleva once años) sobre escenografía en Lope de Vega. Prefiere que quede en el anonimato su nick de Internet y su pasado como supuesta poetisa y dramaturga.

Ganadora del Asturias Joven de Narrativa 2008 con Diccionario de cuentos y pesadillas.

 

(Publicado en Biblioasturias13)

Otros artículos en esta sección...

Compartir

Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias