Alejandro M. Gallo: Por partida doble

El escritor Alejandro Martínez Gallo es el buque insigna de la novela negra en Asturias. Referencia a nivel nacional e internacional, sus novelas cuentan con miles de lectores que se han “abonado” al autor y a sus personajes.

(León, 1962) Es Licenciado en Filosofía, Ciencias Políticas y Ciencias de la Educación. Fue oficial del Ejército, jefe de la Policía Local de Astorga y de Langreo y, actualmente, es el comisario-jefe de la Policía Local de Gijón, labor por la que en 2010 fue distinguido con la Medalla al Mérito Policial por el Ministerio del Interior. Su pasión por el estudio de la Memoria Histórica, tanto en el ámbito de la revolución rusa como en el de la guerrilla antifranquista española, se refleja en la mayoría de su novelas desde que en 2004 apareció la primera de ellas, Asesinato de un trotskista, finalista del Premio Internacional de Novela Negra Umbriel. Le han seguido Una mina llamada infierno (2005)  Caballeros de la muerte (2006) Última fosa. Revolución del 34: caso abierto(2008), todas editadas por Laria y protagonizadas por el mismo personaje, el inspector Ramalho da Costa. En 2007 adapta Una mina llamada infierno  a la novela gráfica, bajo el título de Ramalho (Dolmen Editorial) con dibujos de Julio Cangialosi y Vicente Cifuentes. Ese mismo año publica también, con Ediciones B, Operación exterminio.

Ahora vuelve con fuerza a la actualidad literaria, con el lanzamiento de dos obras bien distintas entre sí, la novela Asesinato en el Kremlin (Ed. Rey Lear), con la que se ha alzado con el XIV Premio Francisco García Pavón de Narrativa Policiaca y el libro de relatos Seis meses con el comisario Gorgonio (Ed. Laria). En esta entrevista nos habla de estas novedades y de otros aspectos de su literatura.

 

Ha regresado a las librerías y bibliotecas con dos nuevas obras,  dos libros muy diferentes entre sí…

No me gusta ceñirme a un sólo registro. Siempre he pensado que el escritor que se limita a un personaje y sus aventuras, es como el que va siempre al mismo restaurante y pide el mismo menú. En mi caso prefiero cambiar de escenarios, personajes y tramas.
El Premio Francisco García Pavón es el decano de los premios de narrativa policiaca en este país. Y es una manera excelente para reivindicar a ese gran escritor que fue García Pavón, uno de los pioneros del género y un gran escritor, que supo como nadie aunar lo policial con el costumbrismo y crear una novela negra propia y original en los tiempos donde todos los escritores hispanos copiaban hasta la saciedad a los norteamericanos.

Comencemos por Asesinato en el Kremlin, galardonada con el XIV Premio Francisco García Pavón de Narrativa Policíaca, que a las tres semanas después de publicarse ya había agotado su primera edición… háblenos de este Premio y su relevancia…

El Premio Francisco García Pavón es el decano de los premios de narrativa policíaca en este país. Y es una manera excelente para reivindicar a ese gran escritor que fue García Pavón, uno de los pioneros del género y un gran escritor, que supo como nadie aunar lo policial con el costumbrismo y crear una novela negra propia y original en los tiempos donde todos los escritores hispanos copiaban hasta la saciedad a los norteamericanos.

La gira de presentaciones le ha llevado por toda España y varios países, alcanzando una relevancia internacional… ¿es consciente de que es uno de los autores asturianos más leídos?

Son cuestiones que desconozco. En realidad me limito a escribir de lo que me gusta, como me gusta y cuando me gusta. Y ser fiel a mis ideas y lectores.

“me limito a escribir de lo que me gusta, como me gusta y cuando me gusta. Y ser fiel a mis ideas y lectores”

La novela parte de un hecho real, el asesinato del líder soviético Sergei Kirov en diciembre de 1934, una muerte que facilitó el acceso de Stalin al poder… casi podríamos decir que estamos ante un asesinato cambió el mundo…

La pregunta que suscita es «¿Hubiese sido distinta la URSS si no hubiesen llegado a asesinar a Kirov?». Después de la Revolución Rusa, las pugnas dentro del PCUS parece que siempre fueron entre los seguidores de la Oposición de Izquierda con Trostky a la cabeza contra Stalin; sin embargo, si no llegan a asesinar a Kirov es muy posible que hubiese sido el secretario general del PCUS y a lo mejor la historia hubiese sido otra. Nunca lo sabremos.

Y que por cierto no se produjo en el Kremlin sino en Leningrado…

El magnicidio fue en el Soviet de Leningrado. El título de la novela hace más referencia al “aparato” que a un lugar geográfico.

Ese asesinato era sin duda muy atractivo para un escritor de novela negra, pero parece que había pasado desapercibido para la literatura de creación… ¿en qué momento descubre que allí se escondía una novela?

Autores como Robert Conquest, Jorge Semprún o Victor Serge habían indagado y escrito sobre el magnicidio. En mi caso, lo que me sedujo fue que los investigadores, al llegar al escenario del crimen, se encontraron únicamente con las siguientes pistas: dos charcos de sangre de diferente densidad, un revólver Nagant con un cartucho percutido, una navaja ensangrentada y un zurrón con un diario. Puede comprender que, para un escritor de novela negra, la historia se me presentó como de lo más sugerente.

Con esta novela ha sorprendido a sus lectores, pues hasta ahora se centraba en escenarios y
acontecimientos cercanos, abordado episodios como la guerrilla antifranquista en la montaña asturleonesa, la revolución del 34, las huelgas mineras de los sesenta.. que el propio lector podía conocer perfectamente, ahora da el salto a la URSS, un marco mucho menos conocido pero parece que apasionante…
Cualquier escenario que contenga un crimen violento y sin sentido es perfecto para ambientar una trama negra. Que en esta novela me alejase hasta la otrora Leningrado no quiere decir que en próximas regrese a la guerrilla antifranquista o a los movimientos obreros en nuestra tierra.

Alejandro M. Gallo, en la presentación de sus libros realizada en la Librería Cervantes

Asesinato en el Kremlin comienza y finaliza con hechos históricos reales, el resto de la trama es una maniobra de relojería que atrapa al lector, pero que nunca le separa de la realidad, ese juego entre lo real y lo verosímil es uno de sus logros e imagino que suponga un importante esfuerzo como escritor…
Me encanta y me siento muy bien Ficcionalizando la Historia o Historizando la Ficción, que diría Paul Ricoeur. La Historia nos ofrece momento de confusión en los que conocemos el comienzo y el final, pero no sabemos nada de la cadena de acontecimientos que llevaron de un extremo a otro. Esas son las tramas que me gusta construir.

me siento muy bien Ficcionalizando la Historia o Historizando la Ficción

Ese final, que no vamos a desvelar, abre las puertas a una continuidad, al menos en lo que se refiere al comandante Igor Litonev… ¿tiene preparada alguna entrega más?
La tengo, pero ha de esperar. Comprenderá que sobre mi mesa pugnan muchas aventuras de mis personajes. A esa segunda entrega del comandante Litonev he de añadir que el inspector Ramalho da Costa y su amigo el Coronel llevan sin ver otra serie de la saga desde el 2008; el comisario Gorgonio me obliga a escribir sus relatos todas las semanas… A lo que sumo otra aventura de la guerrilla antifranquista en los montes asturleoneses y una extensa novela de los republicanos españoles que combatieron a Hitler en todos los frentes.

¿De ahí su reciente viaje al norte de Francia?

Así es. Estuve documentándome sobre el desembarco en la Playa de Utah Beach, las batallas de Écouchè, Aleçon, la liberación de París y la de Estrasburgo por la II División Blindada del general Leclerc en la que se enrolaron republicanos españoles para combatir a Hitler.

Alejandro M. Gallo, con la escritora Anne Perry

Es habitual en el género que los personajes convivan con su autor en distintas novelas, parece que les cueste desprenderse de ellos… ¿Litonev sustituirá al inspector Ramalho da Costa?

No. Van a vivir dos universos distintos. El comandante Litonev desarrollará sus andanzas en la década de los treinta y cuarenta del siglo pasado y Ramalho da Costa en la actualidad. Lo que si van a compartir es al personaje del Coronel, que será compañero de fatigas con uno cuando tiene catorce años y del otro a sus cerca de noventa.

Algo común en sus novelas -y que le particulariza como autor- es la convivencia de dos líneas narrativas, una sería la propia del género negro en que se enmarca, y una segunda más cercana a la novela histórica, que complementa la anterior y aporta un interés creciente para el lector…

No soy escritor de novelas de enigmas, en las que ese acertijo se puede ubicar fuera del tiempo y del espacio. En mi caso, coloco la intriga en un momento histórico con sus connotaciones sociales. De esta manera me permite bucear por las alcantarillas de la Historia y de la sociedad.

Enriquece además esas incursiones en la memoria histórica con componentes casi ideológicos, invitando a la reflexión…

Considero a mis lectores gente inteligente, por ello siempre les dejo preguntas en los textos para invitarles a que reflexionen conmigo sobre hechos o acontecimientos determinados. En el caso de la novela Asesinato en el Kremlin, quiero que además se sumerjan en una parte de la Historia y de la sociedad soviética muy desconocida para el mundo occidental e invitarles al estudio de esa época.

Considero a mis lectores gente inteligente, por ello siempre les dejo preguntas en los textos para invitarles a que reflexionen conmigo” 

En las bibliotecas sabemos que quien prueba un libro de Alejandro M. Gallo suele repetir… y es que otra característica común en sus obras es el ritmo y la adicción, sin duda es buscado ese estilo narrativo tan directo…

Me gusta hablar de forma directa, sin una prosa rebuscada ni verbos floridos. Creo que el lector de sillón orejero, música clásica de fondo y todo el tiempo del mundo para bañarse en prosa solemne ha muerto, lo han asesinado los tiempos hiperactivos en que vivimos. Hoy se lee en el Metro, camino del trabajo, o en los escasos ratos de ocio, por ello hay que darle al lector historias claras que le enseñen algo nuevo y que le enganchen.

Sabe que es un caso un tanto particular entre los escritores, su profesión habitual como Jefe de Policía Local le aporta una visión de los hechos y el mundo que habitualmente refleja la novela negra muy distinta a la de otros autores…
Es una ventaja que tengo, la misma que tenía Joseph Wambaugh, que además de un gran escritor fue sargento de la Policía de Los Ángeles, o Dashiell Hammett que trabajó para una agencia de detectives. En resumen, un conocimiento directo de la temática de la que hablamos. No se necesita, pues, echar a volar la imaginación, lo que ocurre todos los días sobre el asfalto nos da material suficiente para cientos de tramas.

Y ello guarda relación con su segunda obra en escaparate, una irónica y realista vuelta de tuerca con la que parodia las novelas policíacas, Seis meses con el comisario Gorgonio…
Usted lo ha dicho: una parodia de las series policiales. Ningún médico del mundo soporta series sobre médicos, ninguno ve House u Hospital Central. Eso ocurre con los policías, pocos aguantan una serie o novela policiaca. En ese contexto nacen las aventuras del comisario Gorgonio, para desmitificar y parodiar tanta novela policiaca sin base en la realidad.

¿Necesitaba a Gorgonio como válvula de escape?

Necesito escribir y leer como válvula de escape. Gorgonio es el efecto, no la causa.

En sus relatos desmonta alguno de los tópicos y falsedades que aparecen en series de televisión e incluso en novelas que se alejan de forma abusiva de la realidad…
Estos últimos años se ha producido un boom del género negro, lo que ha provocado que muchos escritores se hayan sumado al carro. Eso ha dado novelas o historias que carecen de sentido o verosimilitud. Algunas hasta provocan la risa, pero lo triste es que el público se las traga creyendo que así trabaja la policía o los investigadores de crímenes.

Con esta obra ha incluido la picaresca en el género negro, una mezcla de géneros no sé si inédita…
Me gusta cruzar los géneros. Posiblemente entrelazar lo negro con la memoria histórica sea donde me siento más a gusto. Pero ya he escrito novelas en las que mezclé el esperpento con lo policiaco y se vendieron de maravilla. La picaresca es un género propiamente de nuestra literatura que no debemos olvidar.

¿Larga vida a Gorgonio?

Sí, el comisario Gorgonio seguirá con sus aventuras, de momento en relatos breves de no más de treinta páginas, pero en cualquier momento dará el salto a la novela.

Puede que nuestros lectores no sean habituales de la novela negra, ¿podría recomendarnos alguna obra para el acercamiento al género?, además de las suyas, por supuesto…

Si quieren acercarse al género policiaco en España, podrían leer cualquiera de Francisco García Pavón, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Madrid o Andreu Martín. Si prefieren conocer el estilo de los hispanoamericanos, les recomendaría Rodolfo Walsh, Guillermo Orsi, Ernesto Mallo o Raúl Argemí. Si el fin es simplemente conocer los orígenes, pues los clásicos: Hammett, Jim Thompson, Chandler…
(16 de febrero de 2012)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias