Alberto Fernández González, bibliotecario de Pola de Lena

Nombre y apellidos: Alberto Fernández González

Nombre de la biblioteca: Biblioteca Pública Municipal “Ramón Menéndez Pidal”

Localidad: Pola de Lena

Número de habitantes de dicha localidad: 10.671 el Concejo de Lena (8.050 Pola de Lena)

 

¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecario? ¿Y en esta biblioteca? 26 años en la Biblioteca Municipal de Pola de Lena.

¿Y desde cuando está funcionando esta biblioteca? Se inauguró el 28 de diciembre de 1946 y en el acto se leyó una carta de Ramón Menéndez Pidal que entre otras cosas decía: “En el día de la inauguración de esta Biblioteca Pública de Pola de Lena no debe faltar la expresión de mi gratitud a su digno Ayuntamiento, a la Diputación Provincial de Oviedo y a su Centro Coordinador, que honran mi nombre poniéndolo a esta nueva fundación suya. Es para mi una profunda satisfacción quedar así presente en este centro que tanto ennoblece lugares por mi tan queridos. Este Concejo de Lena, la tierra de mis padres y de mis abuelos, la tierra que guarda en sus valles y en sus montañas los siempre gratos e imborrables recuerdos de mi infancia y de mi juventud, es además la tierra en cuyo estudio se inició mi vocación científica…”

¿Qué te atraía de esta profesión? Era un usuario habitual de las bibliotecas tanto públicas como universitarias y siempre me han atraído por ser centros de cultura abiertos al conocimiento, de acceso libre, sin cortapisas. Los años ochenta y noventa, cuando yo empecé, fueron los de la gran expansión de las bibliotecas asturianas, de su red bibliotecaria, por tanto el hecho de poder coordinar, de trabajar en una biblioteca municipal tenía muchos alicientes y además a esto se sumaba el gusto y la afición por la lectura.

¿Con que libros te aficionaste a la lectura? ¿Cuales son tus escritores favoritos? Con los libros de cómic y aventuras. Yo nací en un pueblo que en los años sesenta no tenía ni carretera. Mi madre bajaba los sábados andando a por el suministro y yo iba a su encuentro a rebuscar entre las bolsas el cómic semanal del Capitán Trueno y comía con el libro abierto delante del plato; luego vendrían los cuentos de Andersen, las fábulas, las lecturas juveniles con Los cinco, Huckleberry Finn y los cuentos de Emilia Pardo Bazán.  La lista podría ser abundante, pero por nombrar algunos sin desmerecer a otros: Miguel Delibes, Jorge Luis Borges, Vicente Aleixandre, Allan Poe, Ken Follet, Ángel González, García Márquez y Vital Aza como escritor lenense que hacía reír a media España en verano y a la otra media en invierno. O títulos como El perfume o El retrato de Dorian Gray. Mis lecturas en estos momentos se encaminan más hacia los ensayos y las biografías.

¿Qué destacarías de  la biblioteca? La biblioteca se halla ubicada en la segunda planta de la Casa Municipal de Cultura desde 1985. Se trata de una instalación que se ha quedado obsoleta y muy deteriorada por el uso. Es la única biblioteca municipal asturiana en la que, teniendo en cuenta la población, los servicios que presta y la actividad que ofrece, no se ha realizado ninguna actuación integral en los últimos 25 años. La parte positiva es que contamos con una buena colección tanto bibliográfica como audiovisual, y que el presupuesto municipal nos permite realizar dinamización lectora de manera continua.

¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios? Tenemos usuarios de lo más diverso: de 0 a 3, escolares, universitari@s, profesor@s, opositor@s, jubilad@s, tercera edad y también de otras culturas. Hay que tener en cuenta que las bibliotecas municipales ofrecen servicios múltiples donde los usuarios acuden en busca de información y consulta, para estudiar, para realizar tareas escolares, para ocio, para formación y por supuesto para leer o llevar  en préstamo libros o material audiovisual. Si nos remitimos a esto último supongo que la demanda no difiera de otras bibliotecas, principalmente novedades y betsellers, temática asturiana, manuales técnicos y de oposiciones, libros infantiles o lecturas recomendadas por los centros escolares.

¿Aconsejas lecturas a tus usuarios? Los adultos preguntan sobre libros concretos o bien sobre lecturas según sus gustos o porque alguien se lo ha recomendado; con los primeros lectores y jóvenes procuramos tener lo que les puede interesar, ya que ellos mismos van descubriendo la biblioteca, aunque solemos indicarles cuales son más adecuados a su edad, pero luego cada uno tiene  la libertad de elegir y eso es lo importante, pero en cualquier caso debe de haber fondo suficiente, en calidad y cantidad, es decir es muy importante la elección y la selección del fondo que se adquiera. Pero también los lectores sugieren, hacen críticas y difunden los libros, son en todo caso los que deciden.

Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc.) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca? Desde la red de bibliotecas municipales, es decir, la biblioteca de La Pola y los centros de lectura de Villayana y La Casona de Campumanes se realiza una programación estable en torno a la lectura que abarca desde los cuentos de Raitanín, la mascota de las bibliotecas; actividades en coordinación con los Centros escolares con los que mantenemos una excelente relación; “Educándomos”, en colaboración con el Plan Municipal sobre drogas, programa  que lleva cinco años funcionando y en el que tienen un papel fundamental las familias; el Club de lectura para Adultos; Agora 7 con presentaciones de libros y charlas diversas; la Bibliopiscina durante los meses de julio y agosto; las visitas escolares, la colaboración en ediciones de libros de interés local así como actividades concretas en el Día del libro o el Día de la Biblioteca, e incluso participando en los carnavales, en la foguera de San Xuan o en Pascua.

¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca? Las instalaciones sin duda, como comentaba anteriormente. No contamos con una sala infantil adecuada donde las familias vengan con sus hijos a leer o a realizar las tareas escolares, una sala de estudio para universitarios y opositores, un depósito-archivo o un mobiliario digno y homologado para ofrecer todos los servicios disponibles. La formación cultural tiene un gran apoyo en los pequeños centros de lectura, en las bibliotecas tanto rurales como urbanas, creando hábitos saludables,  fomentando la lectura desde la más temprana edad. Los megacomplejos culturales absorben muchos recursos públicos, demasiados a mi juicio, en detrimento, entre otros, de los servicios bibliotecarios.

Los megacomplejos culturales absorben muchos recursos públicos, demasiados a mi juicio, en detrimento, entre otros, de los servicios bibliotecarios

¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan? Por una parte tenemos el centro urbano que es La Pola y luego una zona rural amplia, dispersa y despoblada, que se agrupa entorno a Campumanes y Villayana. La población no difiere mucho en cuanto a características a la cuenca del Caudal o del Nalón, con la crisis de la minería y el paro como componentes negativos. Sin embargo es un municipio participativo, acostumbrado a una actividad cultural permanente,  al que tenemos la obligación de ofrecer calidad en los servicios con objetivos concretos, pulsando las necesidades y las demandas. Existe una importante población escolar con cinco colegios con los que colaboramos en actividades de manera permanente. Hay también una generación de madres y padres jóvenes muy sensibilizados con la importancia de la lectura para sus hijos que nos hacen llegar sugerencias de títulos y sesiones de animación lectora.

¿Hay alguna actividad que te haya producido especial satisfacción por la acogida que tuvo? Los bebecuentos o las actividades que realizamos en el programa “Educándomos”, el último viernes de cada mes, por la implicación de las familias.

A lo largo de tu trayectoria, ¿qué persona o personas (usuarios, visitantes ilustres, etc) te han llamado la atención? En todos estos años he conocido a personas muy interesantes desde todos los puntos de vista, escritores, políticos, universitarios y personas mayores que leen tres y cuatro libros a la semana o nenos y nenes que también quieren ser bibliotecarios, con anécdotas muy llamativas. Creo que sería muy sugerente un libro sobre las otras historias de las bibliotecas, sorprendería sin duda.

¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría? Por una parte potenciar aún más las actividades dirigidas a  las familias que son los verdaderos mediadores de la lectura y por otra poder contar con un buen fondo local y un archivo histórico que descubran el concejo de Lena en todos los aspectos: patrimonio, personajes, historia, industria o turismo. Tenemos un potencial que merece la pena poner en valor, y que en muchos casos tiene dimensión internacional. Estamos hablando de recopilar, ordenar y ofrecer documentación, recursos sobre el yacimiento romano de La Carisa, del Parque de Las Ubiñas, del Camino de Santiago, del monumento prerrománico de Santa Cristina o del trazado ferroviario de Payares, la obra de ingeniería más importante de Europa, en la que intervino el propio Eiffel.

¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales? Ahora tenemos un contacto más virtual que físico. A través del programa de gestión bibliotecaria Absysnet o el correo electrónico. Sin embargo también coincidimos en cursos, actividades de los clubes de lectura, grupos de trabajo, etc.

¿Sientes que tu trabajo es valorado? Los usuarios con los que tienes relación diaria sienten la biblioteca como suya, hay que tener en cuenta que la Biblioteca Ramón Menéndez Pidal va a cumplir setenta años el año que viene. Por tanto existe una cercanía y el usuario mide los servicios públicos en el grado en que se siente satisfecho y cumplidas sus necesidades. Creo que los lenenses reconocen la labor que se hace en y desde las bibliotecas municipales, ya que el objetivo no es otro que colaborar en la formación y que la lectura forme parte importante del tiempo de ocio. La atención al público hace que participes del desarrollo vital de los lectores, por eso es gratificante, cuando llevas tantos años, el que los padres, que utilizaron la biblioteca cuando eran niños, acudan ahora con sus hijos.

¿Como has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo  la profesión en estos años? Son profesiones en las que influye mucho la formación y el reciclaje, la actualización de conocimientos sobre todo en las nuevas tecnologías.

¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecario? El desgaste en cualquier trabajo es normal, sobre todo en los de atención ciudadana, pero somos profesionales, por tanto siempre tienes que guiarte por los objetivos, no anquilosarte ni convertirte en un mero “apurrelibros”, concepto acuñado en ese sentido por Félix Menéndez, bibliotecario de Vegadeo, recientemente fallecido, un gran gestor cultural de entrañable recuerdo.

¿Ha habido algo que te resultase frustrante en estos años? En caso de ser así, explica por qué y qué soluciones podría tener. El apoyo de las políticas culturales tanto estatales, autonómicas como municipales son decisivas en el funcionamiento de las bibliotecas. No es suficiente con reconocer y tener sensibilidad hacia las bibliotecas, hay que plasmarlo en los presupuestos, es algo fundamental. Debieran establecerse convenios marco que impliquen a todas las administraciones sobre las que recae la responsabilidad de este servicio. En estos tiempos de crisis muchas familias no pueden comprar libros de lectura y las bibliotecas deben suplir y comprender esa necesidad.

Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder? Indudablemente intentar conseguir que las bibliotecas puedan cumplir con eficacia y recursos suficientes la función que les corresponde.

las bibliotecas tienen que establecer nuevas estrategias para dar servicios a las nuevas generaciones que van a educarse con otros soportes y con nuevos conceptos

¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca? Nuestro papel también pasa por dar a conocer las necesidades y reivindicar una mejor calidad de los servicios bibliotecarios. El libro en papel no va a morir pero tiene que convivir con los recursos digitales. Nuestra biblioteca fue la primera en España en ofrecer el servicio de Internet. Hace tiempo por tanto que estamos en un proceso de cambio, en una transformación social donde competimos por el tiempo de los usuarios y las bibliotecas tienen que establecer nuevas estrategias para dar servicios a las nuevas generaciones que van a educarse con otros soportes y con nuevos conceptos.

 

(4 de diciembre de 2015)

Otros artículos en esta sección...

Compartir

Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias