Carmen Dintén Sánchez, bibliotecaria de Carreño

 

Nombre y apellidos: Carmen Dintén Sánchez

Nombre de la biblioteca: Biblioteca Pública Municipal “Carlos González Posada”

Localidad: Candás

Número de habitantes de dicha localidad: 10.858 el Concejo de Carreño (6.945 Candás)

 

¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecaria?

Pues el 13 de enero hizo 28 años, que ya son!!

¿Y en esta biblioteca?

Desde el principio en la biblioteca de Candás.

¿Y desde cuando está funcionando esta biblioteca?

Las primeras informaciones de que disponemos es un documento del año 1882 en que el Ministerio de Fomento hace entrega de “doscientas sesenta y seis obras en trescientos siete volúmenes a la “biblioteca popular” de Candás,  y recepciona los libros el bibliotecario Manuel Artime sin más datos sobre la ubicación de la misma y teniendo en cuenta que don Manuel Artime fue maestro de Candás entre 1862 y 1912, supongo que la llamada “biblioteca popular” sería más bien biblioteca escolar.

Después en la década de los treinta del pasado siglo funcionó con gran éxito la biblioteca del Ateneo Obrero cuyos fondos custodiamos en la actualidad.

Y no es hasta la Orden Ministerial del 23 de abril de 1949 que se crea la Biblioteca Pública Municipal Carlos González Posada, sin embargo y tras varias vicisitudes no se inaugura hasta abril de 1955, ocupando un local  en la antigua Casa del Pueblo, en ese tiempo sede de la Falange y el Sindicato Vertical.

¿Qué te atraía de esta profesión?

Pues en principio los libros, siempre leí mucho, pero con el tiempo fui descubriendo otras facetas de la profesión como el trato con los usuarios en general y  con los infantiles en particular, porque dan muchas satisfacciones.

¿Con que libros te aficionaste a la lectura?¿Cuales son tus escritores favoritos?

Pues como casi todo el mundo con los cuentos, sobre todo los que nos leían mi madre y mi abuela (también lectoras), alguno todavía lo recuerdo de memoria: Nana Manur (la de veces que lo leería y que aún conservo) y luego devoré Enid Blyton al completo, pero también clásicos, Verne, Stevenson, Defoe, Kipling, Swift, todo lo que pillaba por casa.

Escritores favoritos tengo muchos y van por etapas, como todo en la vida, soy fiel a Murakami, pero también a Fred Vargas o a Camilleri y Markaris y nunca olvidaré lecturas como El Señor de los Anillos, Bomarzo de Múgica Lainez, Hijos de la Medianoche de Rushdie, o El vizconde demediado, El barón rampante y El caballero inexistente de Italo Calvino, y no sigo porque no acabaría nunca…

¿Qué destacarías de  la biblioteca? 

Pues a primera vista lo que más destaca es el edificio, un palacete de comienzos del siglo XX, muy bien rehabilitado y con una ampliación (también realizada por el arquitecto municipal Fernando García Sandín) muy pensada y adaptada a las necesidades bibliotecarias. Aquí destacaría la nueva zona infantil, integrada, pero al mismo tiempo aislada, lo que permite actividades más “ruidosas” molestando el mínimo al resto de usuarios.

La ubicación es otro punto fuerte, no es que Candás sea muy grande, pero estamos en pleno centro.

Y con respecto a la colección creo que está equilibrada y en los últimos tiempos cuidamos especialmente tres aspectos de la misma que nos parece que dan buenos resultados: las novedades de novelas, los dvd de cine y la colección infantil, sobre todo primeros lectores.

¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios?

Tenemos de todo, desde los niños muy pequeños a las personas mayores pasando por los alumnos de bachillerato y muchos universitarios y como no algún que otro estudiante de oposiciones. Las bibliotecas de pueblo (esto sin ningún menosprecio, a mí me encanta ser de pueblo) solemos atender a usuarios variopintos por eso siempre me extrañó que en otras bibliotecas se vetase la entrada de estudiantes con apuntes propios (no sé si sigue pasando) o cosas por el estilo, porque mi concepto de biblioteca es el de un servicio público lo más amplio posible y en el que cualquiera es bienvenido.

Cada usuario tiene necesidades distintas, pero todos coinciden en algo: la demanda de un punto de encuentro con la cultura y en el que se encuentren cómodos,  en todos los sentidos. Creo que hay que cuidar no solo el contenido de la biblioteca sino también el continente, desde un edificio atractivo hasta unas sillas cómodas y un ambiente relajado, todo cuenta.

 ¿Aconsejas lecturas a tus usuarios?

Por supuesto, hay que ejercer un poco de psicólogo y entender lo que a cada persona le puede gustar,  a veces es dificilísimo acertar y otras sabes perfectamente lo que le satisfaría a un usuario pero no son lecturas de tu agrado, aquí hay que tirar de profesionalidad y recomendar incluso autores que uno aborrece, para mí lo importante es que la gente lea.

Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc.) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca?

Como actividades fijas funcionan el club de lectura y los talleres infantiles “La hora del cuento”, luego están actividades esporádicas como cuentacuentos, presentaciones de libros, exposiciones, concurso de marcapáginas (este todos los años), visitas escolares, y hasta algún concierto.

¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca?

Pues en este momento en que las necesidades de espacio (que fueron muy importantes durante años)  están resueltas, creo que los más acuciante es la falta de personal cualificado y como consecuencia de esto la imposibilidad de ampliar horario y no cerrar a mediodía o abrir más horas en época de exámenes, pero como soy bastante “pesada” seguiré insistiendo en ello ante las autoridades locales, porque pienso que las bibliotecas son una inversión rentable al cien por cien.

pienso que las bibliotecas son una inversión rentable al cien por cien

¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan? 

Puede que el principal condicionante es en nuestro caso el tener que competir con la gran cantidad de actividades de ocio que hay en Candás (afortunadamente): cursos de extensión muy variados, teatro, cine… y que tienen gran arraigo en la población, así que nosotros cuidamos esa parcelita que se relaciona con el libro con mimo y procurando no coincidir en horarios con ellas, pero es casi imposible. Y lo mismo nos ocurre con los niños para los que la oferta es también muy amplia: cursos de natación, guardería deportiva, escuela de música, club de ajedrez, clubes de deportes varios… Pero está claro que cuando las cosas se hacen bien hay usuarios para todos.

¿Hay alguna actividad que te haya producido especial satisfacción por la acogida que tuvo?

Si, los talleres infantiles “La hora del cuento”. Cuando comenzamos la incertidumbre era absoluta, no sabíamos si con algo tan simple como leer un cuento y poco más podíamos enganchar a los pequeños,  y aquí estamos seis años después con tres días (lunes, martes y miércoles) completamente llenos y listas de espera para llenar otros tantos días. Quiero aprovechar para agradecer una y mil veces a mis voluntarias: Celia Suárez (maestra) por poner la primera piedra (la más difícil) y a Olaya Martínez (pedagoga) y Adriana Martín (maestra) por seguir la senda y hacerse cargo de un grupo cada una, el tercero lo llevo yo.

A lo largo de tu trayectoria, ¿qué persona o personas (usuarios, visitantes ilustres, etc) te han llamado la atención?

Todos los que trabajamos cara al público solemos tener muchas anécdotas, ahora mismo y no sé porque la verdad, estoy recordando una de hace mucho tiempo. Es sobre los antidisturbios que mandaban a reprimir las protesta de los trabajadores de Duro en Langreo (creo que era el año 1993) y que se alojaban en Perlora, así que entre porrazo y porrazo algunos venían a la biblioteca de Candás (no me preguntéis porqué) la mayoría a leer los periódicos y las revista, pero había uno que me pedía siempre poesías de amor y se leyó en aquellos meses todo Bécquer, Neruda, Gabriela Mistral y hasta Miguel Hernández y Salinas…y un día me dijo que una cosa eran los sentimientos y otra el trabajo, me quedé de una pieza.

¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría?

Dos, uno ya lo cité: la ampliación de horario y el segundo no lo tengo muy claro aún pero ahora que ya tenemos más o menos encarrilados a los lectores más pequeños quisiera encontrar la actividad perfecta para no perderlos, para que en ese momento tan “especial” como es la adolescencia no se nos escapen, como nos ocurre en casi todas las bibliotecas.

¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales?

Si, pero no todo lo deseado, es difícil con los horarios y el trabajo. Con quien más es con Ignacio Pando, bibliotecario de Luanco, por proximidad y porque los clubes de lectura compartimos libros, salidas y encuentros con autores.

¿Sientes que tu trabajo es valorado?

Afortunadamente si, evidentemente puede haber excepciones, pero yo pienso que en Candás la biblioteca es centro de referencia y esto es una satisfacción.

¿Como has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo  la profesión en estos años?

¡¡Son tantos cambios!! Yo empecé catalogado a mano y pasando las fichas a máquina con calcante para ahorrar tiempo… A nivel técnico el cambio ha sido bestial, pero yo lo agradezco, la pérdida de tiempo en tareas administrativas como catalogar, el préstamo manual, las estadísticas, etc. era enorme y no te dejaba horario para dedicarte a labores más interesantes como la animación.  Hoy casi hemos pasado al extremo contrario y al menos en mi caso creo que dedico más horas a planificar actividades que al proceso técnico del libro y creo que debe ser así porque el futuro de las bibliotecas pasa por proporcionar a los usuarios algo más que un libro, sea en el formato que sea.

el futuro de las bibliotecas pasa por proporcionar a los usuarios algo más que un libro, sea en el formato que sea

¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecario/a?

Pues sí y mucha, aunque reconozco que los años desgastan pero cuando te gusta lo que haces los años pesan menos.

¿Ha habido algo que te resultase frustrante en estos años? En caso de ser así, explica por qué y qué soluciones podría tener.

Si, lo lenta que es la administración para todo, pero esto creo que no tiene solución!!

Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder?

De poder cambiar algo cambiaría el “poder”, y les pondría a los que lo ejercen un libro en la mesilla de noche con la obligación de leer un poco cada día, porque la incultura y el desconocimiento son terribles entre los gobernantes.

¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca? 

Con respecto al libro electrónico es un soporte más al que hay que acostumbrarse pero soy de las que piensa que el libro tradicional seguirá conviviendo con el electrónico muchos años, yo misma uso los dos formatos y me doy cuenta de las ventajas de cada uno, el electrónico es bárbaro para viajar, ir a la playa,… no pesa, ocupa poco, pero el papel permite una lectura más intuitiva, buscar rápidamente páginas, capítulos, anotar en los márgenes … cada uno puede ocupar un espacio. De hecho estos últimos meses estamos observando como lectores que se habían pasado al formato digital están volviendo a la biblioteca, y me gustaría saber si ocurre en más sitios.

a nivel regional es decepcionante en lo que han acabado las subvenciones a las bibliotecas, me parece que la crisis ha servido de excusa para casi desmantelar la Red de Bibliotecas del Principado

Sobre la falta de presupuestos la verdad es que no me puedo quejar a nivel municipal porque siempre he tenido un presupuesto suficiente, otra cosa es que por lógica yo siempre aspiro a que nos lo aumenten para poder mejorar el servicio. Pero a nivel regional es decepcionante en lo que han acabado las subvenciones a las bibliotecas, me parece que la crisis ha servido de excusa para casi desmantelar la Red de Bibliotecas del Principado.

Por otro lado está el famoso canon sobre la compra y el préstamo de libro que hemos de afrontar ahora y que supondrá una merma en los recursos de las bibliotecas, es alucinante que nos penalicen cuantos más libros compremos y prestemos.

Y con respecto a la falta de personal ya lo mencioné anteriormente, en el caso de esta biblioteca pero,  creo que es un mal general, no sé porque razón se piensa que en las bibliotecas hay poco que hacer y que con el mínimo de personal se apañan, en fin seguiremos dando la vara…

(31 de julio de 2015)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias