Carmen Luisa Martínez Suárez, bibliotecaria de Navia

Nombre y apellidos: Carmen Luisa Martínez Suárez

Nombre de la biblioteca: Biblioteca Pública Municipal “Carlos Peláez”

Localidad: Navia

Número de habitantes de dicha localidad: 8.640 el Concejo (3.974 habitantes la capital)

¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecaria? ¿Y en esta biblioteca? Llevo 25 años trabajando, como bibliotecaria, en la Biblioteca Pública Municipal de Navia.

¿Y desde cuándo está funcionando esta biblioteca? Como consta en la Memoria del Centro Coordinador de Bibliotecas de Asturias (año de 1949), se inauguró oficialmente el 6 de noviembre de 1949. Fue acogida con gran entusiasmo y naturalidad  por los naviegos, pues ya existía una tradición bibliotecaria en Navia al funcionar anteriormente una biblioteca en el Casino y otra en el Ateneo. En ese momento Navia contaba con 1.600 habitantes y 9.000 el total del concejo. Se inauguró con 1.679 volúmenes; entre ellos, los primeros de la Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, de Espasa-Calpe. Fue un acontecimiento cultural muy importante para toda la zona. El éxito de este nuevo servicio estaba asegurado.

¿Qué te atraía de esta profesión? Mi gusto por los libros, entre otras cosas. Desde pequeña fui usuaria de la Biblioteca de Navia y me intrigaba cómo sería el funcionamiento, sobre todo, de las grandes bibliotecas de las que oía hablar. Solo en la de Navia me imaginaba un trabajo muy laborioso, previo a la llegada de los usuarios y, desde entonces, quise conocerlo.

Estudié Filología Hispánica y, después de la enseñanza, ésta era una de las posibles profesiones que se me presentaban. Me coincidió la etapa del gran impulso que se dio a los servicios bibliotecarios públicos en toda la región, entre los que estaba Navia, y puse todos mis medios para poder acceder al puesto de bibliotecaria.

¿Con qué libros te aficionaste a la lectura?¿Cuáles son tus escritores favoritos? Para mí fueron muy importantes los cuentos clásicos troquelados que tuve al alcance en casa durante mi niñez.

En la Biblioteca de Navia recuerdo que me enganché a Los cinco y luego leí todas las colecciones de Enid Blyton que había. Después descubrí El Principito, más tarde me aconsejaron  La vida sale al encuentro de Martín Vigil, que marcó época en muchas generaciones, …  Y así fui, poco a poco, descubriendo lecturas en las diferentes etapas de mi vida.

Hoy me encantan las novelas históricas, principalmente de Ken Follett y Julia Navarro; cada vez que termino una de ellas mi asombro y mi admiración son absolutas. También  me gustan las autobiografías y, en general, las novelas basadas en hechos reales.

¿Qué destacarías de  la biblioteca? Tras diversos emplazamientos, actualmente la Biblioteca ocupa la planta baja del antiguo Colegio Santo Domingo, fundado en 1929, rehabilitado y perfectamente adaptado a las necesidades del servicio.En este edificio las mejoras en cuanto a las instalaciones resultaron evidentes. La Biblioteca ocupa toda la planta baja por lo que es muy funcional, accesible a todos, amplia y con mucha luz. Cuenta con un Aula de Estudios con 38 plazas y con servicio wifi que tiene gran éxito durante todo el año. Creemos que con el paso de los años el servicio bibliotecario de Navia se ha convertido en una necesidad social de información, ocio y comunicación.

En cuanto a la colección, destaca la Sección de Autores y Artistas Locales, creada en 1990 con la intención de recopilar y difundir toda la producción documental sobre el concejo en cualquier tipo de soporte. Hay que resaltar, por su valor bibliográfico, las obras de y sobre Ramón de Campoamor pues es, sin duda, el escritor local que más bibliografía ha generado. Hoy la biblioteca cuenta con 46 obras suyas de las que 17 se publicaron durante la década de 1880.

¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios? Vienen a la biblioteca lectores de todo tipo. Entre los adultos, principalmente mujeres.

Entre los jóvenes, estudiantes principalmente de Enseñanza Secundaria y Bachillerato. También acuden los universitarios en periodos vacacionales y puentes debido a que la población universitaria de Navia vive fuera.

Las lecturas más demandadas son las que por su reciente adquisición constituyen novedad.

Los adultos se inclinan por la novela en general; ha aumentado mucho el préstamo de libros de psicología práctica y autoayuda mientras han disminuido las lecturas de política actual.

Los jóvenes muestran predilección por la novela de terror, la ciencia ficción y el cómic.

Entre el público infantil tienen mucha demanda los libros de naturaleza y también los cómics.

A partir de los estragos causados por la saga de Harry Potter muchos lectores infantiles dieron un salto y comenzaron a leer gruesos libros de fantasía.

¿Aconsejas lecturas a tus usuarios? En una biblioteca de estas característica el trato con el lector es muy  directo, uno conoce sus gustos y preferencias. Es frecuente, por tanto, la recomendación de obras similares, del mismo estilo, que algunos lectores desconocen. A otros lectores les gusta tener cierta autonomía en la biblioteca y lo respetamos mucho. Para facilitarles la elección hemos colocado  al lado del tejuelo una pegatina que diferencia la novela por géneros. Les resulta de gran utilidad.

Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc.) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca? Hay actividades semanales, como los cuentacuentos, y mensuales, como los talleres de lectura. Este año celebraremos la IX Semana del Libro y las Bibliotecas, previa al Día del Libro,  con actividades para niños y adultos como exposiciones, concurso de marcapáginas, teatro, conciertos. También celebramos anualmente la Feria del Libro de Navia, que va por IX edición. Allí, además de exposición y venta de libros y revistas, lo principal son las presentaciones de libros para todas las edades. Siempre hay cuentacuentos, y nunca falta un concierto.

Se convocan anualmente el Certamen Literario Villa de Navia (este año será la XVIII edición) y el Certamen Poético Ramón de Campoamor (XV edición) en los que hay mucha participación. Los premios los entrega siempre una persona relevante en el mundo de la cultura y se hace durante una velada literaria con actuación de grupos o solistas de diverso género y estilo.

¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca? Una biblioteca nunca es tan completa como uno quisiera. La de Navia, como todas, es mejorable y, como en todas, faltan títulos. Nos ayuda a solventarlo el préstamo interbibliotecario de la Red, que funciona muy bien. Así,  pedimos y prestamos documentos y suplimos muchas de las carencias bibliográficas. El personal resulta escaso. El mismo número de profesionales que trabajábamos en una biblioteca, ahora llevamos dos. Desde la inauguración de la Biblioteca de Puerto de Vega, en 2001, se ha duplicado el trabajo y se ha  repartido al personal.

El presupuesto, por parte de la Administración Local es abundante y permite mantener todas las actividades iniciadas, que tienen ya una larga trayectoria. Por parte del Principado los recortes en los últimos años fueron continuos. Se empezó suspendiendo la compra de publicaciones periódicas y los usuarios lo notaron mucho; después se siguió con los recortes para la adquisición de libros, música y películas, lo que supuso un descenso considerable en la asistencia de usuarios a la Biblioteca.

Siempre fue muy gratificante  la ilusión de los lectores ante las nuevas adquisiciones. En la Biblioteca de Navia, curiosamente, se han incrementado los visitantes pero ello es debido a la utilización de un Aula de Estudios con wifi, instalada en la antigua capilla del edificio.

¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan? La población es, en general,  igual a la de cualquier otro municipio de Asturias por lo que las demandas culturales son similares. El municipio tiene dos núcleos urbanos: Navia y Puerto de Vega, que cuenta con 1.743 habitantes. El resto de la población está diseminada a lo largo del municipio y son muy variadas las actividades y diversificaciones laborales de sus habitantes. Navia vive de la industria, la agricultura, la ganadería y la pesca, centralizada en Puerto de Vega.

Desde 2001, en que se inauguró la Biblioteca de Puerto de Vega, se han repartido  las actividades culturales para acercarlas más al público. En los últimos años allí se han representado espectáculos de zarzuela y  teatro, ya que ha existido siempre una gran tradición teatral con numerosas compañías y mucha actividad.

¿Hay alguna actividad que te haya producido especial satisfacción por la acogida que tuvo? Sí, en la propia Biblioteca,  la recopilación de la prensa para la Sección Local. Desde 1989 recogimos toda la información periodística referente al municipio o que tuviese  la más pequeña relación con él. Fue una minuciosa labor diaria de compilación que se ha realizado de una forma exhaustiva y ordenada. Las noticias siguen un orden cronológico y hemos elaborado índices mensuales y  anuales para recuperar la información. Ha tenido gran aceptación tanto por los curiosos de temas locales como por los que necesitan información rápida y práctica sobre un tema. Como ejemplo cito el caso de los accidentes de carretera y las compañías aseguradoras o todo lo referente a los primeros pasos de la autovía. Esta labor se interrumpió cuando fue posible leer la prensa a través de internet y hacer las búsquedas deseadas.

Otra iniciativa con mucha repercusión fue la creación, en 2011, de un Rastrillo del Lector con unas normas previas de entrega de las donaciones. A partir de su creación los usuarios pueden donar y llevar libros libremente. Requiere mucha dedicación pero con él la Biblioteca da otro servicio a los lectores y a la vez se beneficia porque, entre todos los libros que la gente desecha, aparecen publicaciones de gran valor para la Sección Local.

A lo largo de tu trayectoria, ¿qué persona o personas (usuarios, visitantes ilustres, etc) te han llamado la atención? Para mí fue importantísimo conocer a Carmen Prieto como Jefa de la Sección de Coordinación Bibliotecaria. Sus orientaciones, consejos y ánimos fueron esenciales en la fase de reorganización que yo inicié. Fue un lujo haber trabajado con ella.

Con las diferentes actividades organizadas por la Biblioteca han venido a Navia personas como Inma Chacón, Mara Torres, María Teresa Álvarez, Ángeles González Sinde, Pilar Eyre, Eduardo Punset y Miguel Ángel Aguilar, entre otros. Pero nuestros visitantes más ilustres son los usuarios que hacen que este servicio sea diferente cada día y avance al ritmo de los cambios de la sociedad actual.

¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría? Siempre quise tener una base de datos para introducir la prensa local recopilada y poder así hacer búsquedas por materias. Es una información sobre el municipio que se ha conservado con mucho trabajo y me gustaría poder recuperarla por el tema demandado. Para llevar a cabo este trabajo sería imprescindible el refuerzo de personal, de otra manera siempre será un proyecto en mente.

¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales? Por suerte nos encontramos en actividades conjuntas organizadas por el Grupo de Animación a la Lectura de La Red del Principado, como los encuentros con autores. También coincidimos en alguna reunión y en abundantes cursos ya que en nuestra profesión la formación y el reciclaje han sido esenciales. A diario nuestro contacto es a través de Absysnet, del correo electrónico o del teléfono.

¿Sientes que tu trabajo es valorado? Nuestro trabajo ahora está mucho más reconocido que hace unos años. A ello contribuyó, entre otras cosas, la actitud de los bibliotecarios ante las administraciones y ante la sociedad. Hoy, los ciudadanos resuelven su necesidad de acceso a la información en las bibliotecas y esto hace que valoren más los mecanismos y conocimientos que aplicamos para que su consulta sea satisfecha. Creo que el desconocimiento de este servicio, motivo de infravaloración de la profesión, es cada vez menor.

¿Cómo has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo  la profesión en estos años? La transformación del servicio bibliotecario ha sido vertiginosa. Costó mucho trabajo y esfuerzo  la  implantación de las nuevas tecnologías pero han traído muchas ventajas para el profesional y para el usuario. Yo tuve que ir reciclándome, asistiendo a cursos de formación sobre todo desde 1991, en que se inició la informatización de la Biblioteca. Han sido muchas fases y muchos retos, de los que el más reciente es el servicio de préstamo de libros electrónicos.

¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecaria? Nuestra profesión se ha transformado a pasos agigantados, por lo que la pesadez y la rutina no han podido con el interés y la curiosidad de cada fase. Fue un camino lleno de innovaciones, incertidumbres y expectativas que confirmaron que cada etapa tiene sus alicientes y sus desafíos.

¿Ha habido algo que te resultase frustrante en estos años? En caso de ser así, explica por qué y qué soluciones podría tener. Sí. Por ejemplo los, hasta ahora, intentos de cobro por el préstamo bibliotecario. Es algo que intranquiliza mucho a los lectores.

Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder? De poder, derogaría el R. D. 624/2014  por el que se desarrolla el derecho de remuneración a los autores por el préstamo de sus obras. Y también aprobaría una Ley de Bibliotecas, de la que se redactaron ya tres proyectos sin ningún resultado.

¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca? Con curiosidad, ante los continuos cambios, y con mucha expectación por conocer los resultados de los nuevos soportes de la información. Creo que esta etapa híbrida, en la que conviven el libro en papel y el libro electrónico es muy interesante y va a ser mucho más larga de lo que se auguraba. Espero que las bibliotecas sigan satisfaciendo las ambiciones culturales de los usuarios y afrontando los nuevos retos en el mundo de la información y la comunicación.

(18 de marzo de 2016)