Estudio sobre el valor económico y social de nuestras bibliotecas

La rentabilidad cultural de nuestros servicios bibliotecarios es algo que siempre ha sido reconocida y puesta en valor, pero no sucede lo mismo con su rentabilidad económica y ello puede resultar todo un problema. En estos momentos de recortes presupuestarios, en los que todo parece estar cuantificado al céntimo de euro y valorado en función de su rentabilidad, nuestras bibliotecas precisaban de una definición clara del impacto económico que son capaces de revertir a la sociedad a la que sirven, analizar sus diversas aportaciones y en la medida de lo posible asignarles un valor económico. En FESABID y en el propio Ministerio de Cultura se han dado cuenta de ello y nos ofrecen, tras un largo trabajo, un interesante documento en el que se colocan negro sobre blanco las cifras maestras de la rentabilidad de nuestros servicios bibliotecarios. Merece la pena revisarlo en profundidad, les adelantamos que pueden acceder al texto completo desde aquí y les ofrecemos a continuación sus líneas generales.

 

El pasado viernes, 17 de enero, FESABID (Federación Española de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía, Documentación y Museística) presentaba en el Auditorio de la Secretaría de Estado de Cultura un interesante estudio sobre el impacto que las bibliotecas tienen en la economía y la sociedad: “El valor económico y social de los servicios de información: bibliotecas”, coordinado por el sociólogo  José Antonio Gómez Yáñez, del gabinete Estudio de Sociología Consultores.

El Estudio es un informe de carácter técnico, resultado de reuniones de grupos de discusión de profesionales de la información, análisis de datos estadísticos y encuestas a usuarios y no usuarios de bibliotecas, cuyos resultados ponen en valor a las bibliotecas en aspectos hasta ahora no contemplados.

Gracias a él podemos descubrir datos sorprendentes y relevantes, como que cada euro invertido en bibliotecas ofrece un retorno de la inversión para la sociedad de un mínimo de 2,49€ y un máximo de 3,40€ o que la valoración económica de los servicios que se ofrecen en nuestras bibliotecas -lo que nuestros usuarios creen que hubieran tenido que pagar a una empresa privada por los servicios recibidos en la biblioteca-, alcanza los 212 euros/año para los usuarios de bibliotecas públicas y los 338 euros/año para los de universitarias o de investigación.

 cada euro invertido en bibliotecas ofrece un retorno de la inversión para la sociedad de un mínimo de 2,49€ y un máximo de 3,40€

Este trabajo se enmarca en el I Plan Estratégico del Consejo de Cooperación Bibliotecaria 2013-2015, dentro de su estrategia de trabajo “Mejorar la percepción de la utilidad de las bibliotecas en el conjunto de la sociedad”. Entre las 37 bibliotecas públicas municipales de toda España que han participado en la difusión de las encuestas a usuarios y la recogida de datos, destaca la participación de tres bibliotecas asturianas: la Biblioteca Pública del Ateneo de La Calzada -Gijón-, la Biblioteca Pública “Federico García Lorca” -Langreo- y la Biblioteca Pública de Los Campos -Corvera-, por lo que los datos finales tienen que resultarnos bastante cercanos, al estar en ellos bien representadas las opiniones de usuarios y no usuarios de nuestras bibliotecas asturianas.

El informe ofrece también una visión panorámica del estado actual del sector, con interesantes datos sobre el uso de las bibliotecas. Entre ellos destaca uno que coloca a Asturias como líder nacional en el porcentaje de población que está asociada a una biblioteca. En nuestra Comunidad Autónoma el 50,4% de la población es socia de una Biblioteca Pública.

La presidenta de FESABID, Margarita Taladriz, ofrece en la introducción de la obra las distintas finalidades y objetivos que persigue el Estudio:

  • La primera es la de recoger, de forma sistemática, datos cuantitativos de actividad del ámbito que nos ocupa, publicados en diferentes fuentes estadísticas, agruparlos e interpretarlos, para llegar a una visión panorámica y global del estado actual del sector, en dos aspectos muy concretos: su impacto social y económico.
  • La segunda es ir un paso más allá y añadir valor a esos datos meramente cuantitativos, incorporando opinión tanto de diferentes tipos de usuarios, como de NO usuarios, para poder matizar diferentes opiniones y conclusiones.
  • La tercera y más importante, es que este resultado final sirva al sector y a sus profesionales para poder mostrar y demostrar, con datos basados en evidencias y no simplemente en percepciones, el valor que se aporta a la sociedad y a la economía nacional desde estos servicios públicos, que no son, como se demuestra, un centro de gasto, sino una inversión rentable. Rentable en el ámbito económico y lo que es más importante en el retorno que recibe la sociedad, en su conjunto, como consecuencia de esa inversión.

 

Les ofrecemos a continuación un extracto de su resumen ejecutivo, que a modo de decálogo recoge las líneas más relevantes del estudio, y que es la mejor invitación a su detenida lectura, que pueden realizar desde este enlace:

 

1. La red de bibliotecas públicas, universitarias y científicas aporta a la sociedad entre 3.099,8 millones de €/año y 4.238,5 millones de €/año, dependiendo del sistema de estimación utilizado. Estas cifras equivalen a un retorno de la inversión mínimo de 2,49 y máximo de 3,40€ por euro invertido.

 

2. Un usuario-tipo de una biblioteca pública valora en 17,7 €/mes los servicios que recibe, préstamo de libros, lectura en las salas, asesoramiento de los bibliotecarios, ayuda para hacer deberes en el caso de los niños, acceso a internet a través de la wifi, asistencia a actividades culturales, etc. Es decir, considera que hubiera tenido que pagar esta cantidad de haber recibido tales servicios de una empresa privada. Un usuario-tipo de una biblioteca universitaria o científica valora que los servicios que esta le presta, si los tuviera que obtener de una empresa privada, tendrían un precio de 28,2 €/mes.

 

3. Las bibliotecas atraen consumo a su zona de influencia. Los desplazamientos a la biblioteca generan un gasto en los comercios de sus proximidades de 1.294,4 millones de €/año. El 45,6% de las visitas a bibliotecas públicas se aprovechan para hacer pequeñas compras para el hogar o personales o se va a bares o restaurantes, gastando una media de 15,50 €. En el 41,2% de las visitas a bibliotecas universitarias o científicas también hay gastos de este tipo, que implican una media de 16,45 €.

 

4. En España hay 6.608 bibliotecas y 8.963 puntos de servicio, distribuidos por todo el país. Sus servicios se pueden resumir:

  • Hay 18,1 millones de usuarios inscritos en bibliotecas públicas, 14,4 adultos y 3,7 infantiles. La vinculación es duradera, el 86,4% declara que hace más de dos años que es socio. En las universitarias y científicas hay 2,0 millones.
  • Durante 2010 hubo 215,9 millones de visitas. La duración media de permanencia fue de 62,1 y 61,5 minutos en las bibliotecas públicas y universitarias y científicas, respectivamente. Este tiempo se emplea en buscar o devolver libros, estudiar, asistir a actividades, realizar trabajos de clase, búsqueda de documentación, hacer tareas escolares, etc.
  • Las webs de las bibliotecas recibieron 343,2 millones de visitas, una media de 23,9 visitas/usuario/año, con un uso intensivo de las webs de las bibliotecas de las universidades y de centros de investigación. El 76,1% de los socios de las bibliotecas públicas accede a su web, lo que indica que es una vía de contacto regular.
  • Los préstamos de documentos, libros, soportes electrónicos, etc., ascendieron en 2010 a 82,1 millones.
  • En 2010 se realizaron 148.283 actividades, con 6,1 millones de asistentes.

5. El 10,2% del tiempo de trabajo de los investigadores, docentes y profesionales usuarios de las bibliotecas universitarias y científicas se destina a localizar documentación, lo que es un indicador indirecto del valor económico de esta tarea. Los investigadores sintetizan la aportación de la biblioteca a sus trabajos en una valoración de 0 a 10, en 8,6 en lo que se refiere a la infraestructura de la biblioteca y disponibilidad de materiales y 8,0 en lo que respecta a la aportación de los profesionales.

 

6. Un aspecto relevante de la imagen de las bibliotecas es que son vistas como espacios acogedores. Casi todos los no usuarios declaran que se pueden plantear visitar una biblioteca para utilizar alguno de sus servicios. El principal obstáculo es disponer de tiempo, son los activos en ocupaciones con horarios rígidos (pequeños empresarios, profesionales, obreros especializados, etc.) los que menos las utilizan. Las otras razones son disponer de medios económicos para adquirir los libros o soportes digitales que obtendrían en préstamo, así como el desinterés.

 

7. La imagen de las bibliotecas tanto entre los no usuarios como entre los usuarios está asociada a lo literario, los libros y su préstamo; entre los jóvenes, al uso de las salas como espacio para preparar exámenes, trabajos de clase o quedar con los amigos. En paralelo, se está desarrollando un perfil ligado a Internet, que configura la biblioteca como un lugar desde el que se puede acceder a la web o en el que se trabaja compatibilizando el material de la biblioteca, la información localizada en Internet y el ordenador. La disposición de wifi es uno de los aspectos más atrayentes de las bibliotecas, sobre todo para inmigrantes y usuarios recientes.

 

8. Las bibliotecas y el empleo. Las nuevas demandas de los usuarios están transformando la forma de utilizarlas. Están apareciendo así nuevos servicios ligados a Internet y a las nuevas tecnologías de la información: cursos de idiomas, asesoramiento para encontrar empleo, etc. La demanda de estos entre los no usuarios es elevada: un 25,7% declara que asistiría a cursos de idiomas y a un 30,4% le interesa el asesoramiento para encontrar empleo. El interés por estas actividades es muy elevado entre los menores de 35 años los idiomas y localizar empleo entre los 35 y 55 años, especialmente los mayores de 45.

 

9. Los usos de las bibliotecas públicas se segmentan según generaciones.

  • Los jóvenes menores de 18 años utilizan en una medida muy considerable nuevas tecnologías (CDs, DVDs, videojuegos, acceso a Internet) y requieren el apoyo del personal bibliotecario.
  • La generación de 18 a 25 años utiliza la biblioteca para leer o estudiar con libros o materiales de la sala, compartiendo con la generación anterior el elevado uso de soportes digitales e Internet, también utiliza la biblioteca para quedar con amigos.
  • La generación intermedia, con unos límites imprecisos entre 30 y 55 años, la utiliza para conseguir todo tipo de material, libros y soportes digitales, y empieza a asistir a las actividades culturales que se programan.
  • Los mayores de 55 se optan por actividades pasivas como la asistencia a actividades culturales, descendiendo mucho entre ellos el uso de nuevas tecnologías.
  • Madres y abuelas llevan a los niños a la biblioteca para hacer los deberes o a algunas actividades, este uso crece según disminuye la dimensión de la ciudad de residencia. En las ciudades pequeñas la biblioteca ha evolucionado hacia un espacio de encuentro.

 

10. La satisfacción con los servicios de las bibliotecas es elevada sobre todo en los aspectos de asesoramiento profesional de los bibliotecarios y disposición de libros y documentos impresos o electrónicos, en ambos casos por encima de 8 en una escala de 0 a 10. Entre 7,5 y 8,0 está la comodidad y calidad de los puestos de lectura o estudio, la web y la formación que reciben los usuarios para mejorar el acceso y uso de la información electrónica. El punto más débil es el equipamiento informático.

 

 

(Gráficos e imágenes extraídos de El valor económico y social de los servicios de información: bibliotecas)

(20 de enero de 2014)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias