Los olvidados #1: Las crónicas del sochantre

Las crónicas del sochantre

Álvaro Cunqueiro

Destino

192 págs.

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En la Bretaña del siglo XVIII, una hueste fantasmal rapta al joven sochantre, Charles Anne de Crozón, para que amenice su entierro. Pasado el susto de convivir con unos muertos que de día parecen personas y de noche son sólo esqueletos, el Sochantre aprende a vivir intensamente sobre el telón de fondo de la revolución francesa. El asunto lo lleva a viajar con ellos en una carroza durante tres años colmados de aventuras y de relatos acerca de lo que llevó a la muerte a sus captores, terroríficos y a la vez serenos. Novela galardonada con el Premio Nacional de la Crítica en 1959.

(Más información sobre la selección de lecturas “Los olvidados”, realizada con motivo de la celebración del Día del Libro 2012, aquí).

 

Álvaro Cunqueiro

(Mondoñedo, 1911 – Vigo, 1981) Escritor, poeta y periodista español en lenguas castellana y gallega, cuya obra se inserta en las tendencias renovadoras de la literatura española de posguerra. Hombre de gran cultura y sensibilidad, trabajó como periodista en los diarios ABC y El Faro de Vigo, de los cuales fue subdirector y director respectivamente.

Su producción poética se caracterizó inicialmente por su contacto con la corriente surrealista, pero no tardó en buscar un soporte constructivo en las métricas de la antigua poesía gallega para dar forma a contenidos contemporáneos, en los que prevalecen su fino sentido del humor y la exaltación de los aspectos gozosos de la vida.

Luego se decantó hacia la narrativa, con colecciones de cuentos líricos que recogería en Flores del año mil y pico de ave (1968). En 1950 publica en gallego Las crónicas del Sochantre (en castellano, 1959), que inicia un ciclo de narrativa fantástica: un insólito mundo poblado de fantasmas, sortilegios medievales y una erudición que, como en el caso de Borges, induce a la fábula y es soporte de la imaginación. También en gallego siguieron Cuando el viejo Simbad vuelva a las islas (1951; en cast.,1962) y Merlín y familia (1955; en cast.,1957).

Su obra novelesca es copiosa y se desplaza por ámbitos geográficos y cronológicos lejanos, de Grecia a la materia de Bretaña y a las Mil y una noches, pero con resonancias también de su Galicia natal. Se prolonga en títulos de importancia como Las mocedades de Ulises (1960), Un hombre que se parecía a Orestes, de 1968, -que obtuvo el premio Nadal-.Vida y fugas de Fanto Fantini della Gherardesca, de 1973, situada en la Italia del siglo XV, y Tertulia de boticas y escuela de curanderos (1976), recreación del misterioso mundo de la farmacopea.

Su gran dominio del lenguaje, y su notable erudición le permitieron transitar por el filo de la realidad y la fantasía, y de este modo situar a sus personajes en una atmósfera original hegemonizada por la imaginación. La revalorización de ésta en su narrativa fue uno de sus principales aportes a partir de la década del sesenta, cuando el realismo y la novela social mostraban signos de evidente agotamiento en el ámbito español.

Para él se hizo necesario no tanto cambiar los asuntos que trataba como la actitud creadora. Merced al empuje de la novelística hispanoamericana y, sobre todo, a la influencia de autores como J.L. Borges, la fantasía tomó carta de naturaleza en su narrativa, en la que, además, el humor también actuó como original elemento innovador. De este modo creó sobre el real un mundo poético con su propia geografía íntima, en cuyo mapa los personajes podían hallar “retazos de su perdida felicidad”.

Esta actitud artística se hizo extensiva a sus crónicas periodísticas recopiladas en varios libros, entre los cuales destacan La cocina cristiana de Occidente, Fábulas y leyendas de la mar, Tesoros y otras magias, Viajes imaginarios y reales y La bella del dragón.

 

(Biografía extraída de Biografias y Vidas)

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Sobre el autor

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