Manuel Santiago Pérez, bibliotecario de Tineo

Nombre y apellidos: Manuel Santiago Pérez Fernández

Nombre de la biblioteca: Biblioteca y Casa de Cultura “Conde de Campomanes”

Localidad: Tineo

Número de habitantes de dicha localidad: 9.199 Concejo (3.313 capital)

 

¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecario? ¿Y en esta biblioteca?

Treinta años. Toda mi vida profesional la desarrollé en la biblioteca de Tineo.

¿Y desde cuando está funcionando esta biblioteca?

La actual biblioteca se encuentra ubicada en el antiguo Palacio de los García de Tineo desde 1995, pero su historia se remonta a la década de los treinta del siglo pasado.

El Pleno Municipal de 4 de abril de 1932 acuerda dotar con mil pesetas la creación de una Biblioteca Popular, primer paso de una realidad que se concretará un par de años más tarde. La iniciativa parte del alcalde José Maldonado González, del notario Eduardo García Enterría y del maestro Manuel Castaño.

El 2 de abril de 1933 el Subsecretario del Ministerio de Justicia, Leopoldo Alas Argüelles, inaugura oficialmente la biblioteca municipal. En junio de 1933 se constituyó la Junta de la Biblioteca Municipal.

Durante muchos años se alojó en el Palacio de la Audiencia, hasta pasar a su actual emplazamiento.

¿Qué te atraía de esta profesión?

Mi relación con las bibliotecas fue un verdadero flechazo. Con ocho o nueve años nos llevaron de visita a la Biblioteca de Roces (Gijón), años más tarde la Jovellanos (Gijón) fue mi segunda casa y desde ese momento han formado parte de mi vida, primero como lector y estudiante y luego como profesional.

¿Con qué libros te aficionaste a la lectura? ¿Cuáles son tus escritores favoritos?

Mi afición se inició con los tebeos. No sé en qué momento me inicié con los libros, fue una transición sin sobresaltos.

No tengo escritores favoritos, aunque siempre hay alguno por el que tengo más predilección. Tengo, en todo caso, libros que me han impactado más que otros. Por no hacer una lista me referiré a uno de los últimos que leí y que me gustó mucho, Panza de burro de Andrea Abreu.

¿Qué destacarías de la biblioteca? 

En primer lugar el edificio. Es un palacio del siglo XIV, los García de Tineo, en el que sobresale su fachada así como la torre situada en la parte de atrás del edificio. En su interior quedan vestigios de aquel pasado pero sufrió remodelaciones en su estructura interna ya que albergó varias viviendas hasta la década del 60 del siglo XX. Lógicamente se adaptó a su función actual, eso sí, conservando, e incluso sacando a luz elementos originales.

De la colección destacar ejemplares de la Biblioteca Municipal Circulante de Tineo, de los años treinta del siglo pasado y que formaron parte del lote fundacional, con una encuadernación muy bonita. Lamentablemente desaparecieron muchos volúmenes con el paso de los años debido a la dejadez por la que pasó esta biblioteca de Tineo, no muy diferente a las de otros concejos.

¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios?

Desde el año 1995, año en el que se trasladó a su actual ubicación, el perfil de los usuarios se modificó bastante. En los primeros años el número de niños y jóvenes era importante, aunque siempre predominaron los lectores adultos. La pérdida de población se ha notado mucho y los primeros lectores e infantiles disminuyeron de forma paralela al envejecimiento de la población.

Con el paso de los años, sobre todo a partir de la difusión masiva de Internet, su número fue reduciéndose aún más, siendo en la actualidad muy escaso.

Los lectores adultos «de siempre» siguen utilizando los servicios de la biblioteca, sobre todo para acceder al préstamo de novelas, a poder ser y sí el presupuesto lo permite, novedades.

¿Aconsejas lecturas a tus usuarios?

Sí, cuando lo pedían. En una pequeña biblioteca es más fácil conocer los gustos de los lectores. Es más, con las personas más conocidas me permitía orientar hacia otro tipo de libros con la intención de abrir el campo de opciones, pero desde luego siempre con personas muy conocidas. El trato en estas bibliotecas es muy personal y directo.

Además de los servicios propios de la biblioteca (consulta, préstamo, información bibliográfica, etc.) ¿qué actividades suelen organizarse en la biblioteca?

La biblioteca de Tineo cuenta con acceso a Internet, fue la segunda biblioteca de Asturias en tenerlo tras la de Pola de Lena. Fue la primera en ofrecer servicio de Wi-fi. Teníamos también un taller de lectura. A lo largo del año se ofrecen sesiones de Cuentacuentos. Realizamos exposiciones y charlas de todo tipo y sobre todo destacaría las visitas escolares. Personalmente era la actividad más gratificante. Alumnos de todas las escuelas del concejo nos visitaban al menos una vez al año. Hubo cursos escolares en que pasaron más de ochocientas niñas y niños en esas visitas. Más esporádicas eran las realizadas por los alumnos del IES Concejo de Tineo.

A lo largo de los años se desarrollaron talleres variados, de pintura, costura, bolillos, encuadernación, escritura…

Hace años introdujimos a Tineo en el Circuito Asturiano de Teatro, y aunque las obras se representaban en un espacio escénico aparte supuso un paso adelante. Durante un corto período de tiempo también organizamos actuaciones musicales. Fueron las únicas actividades que tuvieron un presupuesto estable.

Desde hace unos años se proyectan películas en colaboración con Laboral Cinemateca.

No puedo dejar de mencionar las actividades organizadas por asociaciones y otras entidades con las que colaboramos en todo momento. En muchos casos gracias a esas aportaciones teníamos actividades.

¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca?

La falta de presupuesto es su principal carencia, no se diferencia de la mayoría de las bibliotecas. La de Tinéu tiene una exigua cantidad de dinero para la adquisición de libros y películas, discos ya no se compran ya que los usuarios acceden a la música vía Internet y dejaron paulatinamente de utilizar el servicio de préstamo. Nunca, en treinta años, se adjudicó a la biblioteca, y por extensión a la Casa de Cultura que también dirigía, un presupuesto para actividades, salvo las mencionadas. De forma esporádica concedían algún dinero para una actividad muy concreta. Las actividades generadas fueron, en su mayoría, fruto de la iniciativa personal.

¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan?

La biblioteca de Tinéu es la cabecera del concejo y por lo tanto se intentaban realizar actividades para todos los gustos, con las limitaciones descritas más arriba. Tineo es un concejo rural, con una parte muy importante de la población dedicada al sector primario, por ello no faltaban charlas y actividades dedicadas a los intereses de esa parte la población.

Hay que tener presente que en nuestro caso las actividades generadas no diferenciaban entre actos organizados por la biblioteca o la Casa de Cultura por lo que eran variadas.

A lo largo de tu trayectoria, ¿qué persona o personas (usuarios, visitantes ilustres, etc.) te han llamado la atención?

Siempre me llamaron la atención los niños que día tras día, semana tras semana, llegaban a la biblioteca con ilusión por «coger» nuevos libros. Sus caras, su sonrisa, lo eran todo y justificaban el trabajo. Ver cómo algunos de esos niños se han convertido en grandes mujeres y hombres me ha producido una enorme alegría. Desde luego no quiero decir que la biblioteca haya influido tanto en su vida, pero ellos la disfrutaron y creo que aprovecharon más lo que les ofrecía.

Todo aquel que traspasaba la puerta de la biblioteca se convertía automáticamente en ilustre.

¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría?

Siempre quise transformar la biblioteca en un centro de información integral al ciudadano, no fue posible por impedimentos políticos. Nunca se aceptó dar un paso adelante hacia ese fin. Esto implicaba, entre otras cosas, fusionar el «Telecentro» y la biblioteca pública para lograr ese objetivo. El conocimiento, el ocio, el trabajo, las gestiones administrativas se realizan, cada día más, vía Internet. La integración de esos dos ámbitos, biblioteca y telecentro, supondría una mejora sustancial en la atención al ciudadano en sus necesidades. En el caso de Tinéu sería muy fácil ya que el «Telecentro» se encuentra una planta por debajo de la biblioteca. Así y todo, quiero agradecer a Jorge, responsable de ese servicio, la colaboración y ayuda que siempre prestó a la biblioteca y a mí personalmente.

Siempre quise transformar la biblioteca en un centro de información integral al ciudadano, no fue posible por impedimentos políticos

Me quedé con mal sabor de boca por no haber podido programar actividades de forma rigurosa y estable a lo largo de los años. En fin, espero que algún día eso cambie.

¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros de la Red de Bibliotecas? ¿Por qué canales?

Si. Con algunos personalmente y con otros vía redes sociales.

¿Sientes que tu trabajo es valorado?

Por los usuarios de la biblioteca quiero creer que en general sí, por los políticos municipales pues… Nunca me importó.

¿Como has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo la profesión en estos años?

Hemos pasado de ser una referencia ciudadana a desarrollar un papel secundario. Las nuevas formas de acceso al conocimiento y ocio han condicionado la vida y labor de las bibliotecas. Desgraciadamente creo que no se han adaptado a esos cambios y o se transforman y evolucionan o desaparecerán.  No nos engañemos. Las bibliotecas que presten libros y poco más están abocadas al olvido y a quedar reducidas a un servicio público para unos pocos nostálgicos.

Las bibliotecas que presten libros y poco más están abocadas al olvido y a quedar reducidas a un servicio público para unos pocos nostálgicos

No, no soy pesimista. Expreso en voz alta la realidad que he visto en los últimos años en las pequeñas bibliotecas.

Sigo pensando que las bibliotecas públicas son una herramienta perfecta, y hermosa, para contribuir al desarrollo democrático de la sociedad. Son ese espacio abierto a los ciudadanos y al conocimiento que merece la pena no sólo conservar, sino mejorar y adaptar al mundo de hoy y prepararlas para el que vendrá.

¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecario?

Nunca la perdí. He sido feliz, si tal cosa puede ser, siendo bibliotecario. Fui un bibliotecario vocacional, orgulloso y agradecido de haberlo sido.

¿Ha habido algo que te resultase frustrante en estos años? En caso de ser así, explica por qué y qué soluciones podría tener.

Frustrante, descorazonador, y penosa la nula atención política que se le presta a las bibliotecas. Me remito a la realidad: la dotación económica que se destina a ellas. Con ese argumento está todo dicho.

No puedo dejar de mencionar la dejadez con la que trata el Gobierno asturiano a la Red de Bibliotecas Públicas desde hace años. Por cierto, siguen sin ser capaces de hacer una Ley de Bibliotecas.

Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder?

En treinta años de profesión nunca han escuchado a los bibliotecarios, de hacernos caso ni hablamos. Sencillamente con estar dispuestos a escucharles y tener en cuenta sus opiniones, a un coste muy reducido, podrían comprobar la rentabilidad social y política, eso que tanto les interesa, de sus iniciativas. Sería un punto de partida.

Sería de justicia que los ayuntamientos, muchos, pagasen a sus bibliotecarias y bibliotecarios un salario acorde a sus méritos, capacidades y trabajo que realizan. Conozco demasiados casos de salarios vergonzosos para esas compañeras y compañeros que se dejan la piel en las bibliotecas.

¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca? 

Los retos pasan por la adaptación a un mundo digital en el que más que nunca es necesario discernir entre información y bulos. Los bibliotecarios pueden, y deben, ser los instrumentos que pongan al alcance de la sociedad esa información veraz, limpia de polvo y paja, tan necesaria para comprender el mundo real. Los bibliotecarios no están sujetos a los intereses de empresas o partidos políticos, su único objetivo es el servicio público y en una realidad tan interconectada su papel es fundamental para «desbrozar» el camino hacia el conocimiento.

Los bibliotecarios pueden, y deben, ser los instrumentos que pongan al alcance de la sociedad esa información veraz, limpia de polvo y paja

Y todo eso sin olvidar el ocio creativo que estimule la vida social y personal.

No quisiera terminar sin agradecer a todas mis compañeras y compañeros de las bibliotecas públicas asturianas su colaboración y sobre todo su amistad. Siempre me he sentido acompañado por ellos. Ha sido un placer muy gratificante conocerlos. No puedo citarlos a todos pero desde estas páginas un beso enorme para todos.

Haciendo balance de estos años me acuerdo de Félix, compañero que fue de la biblioteca de Vegadeo.

No puedo dejar de agradecer toda su atención y dedicación a las bibliotecas a las compañeras y compañeros de la Biblioteca de Asturias. Por el contacto más estrecho a Raquel, Ana, Santiago, Milagros, Juan Miguel,  y Ana Cámara por su trabajo al frente de la Sección de Coordinación. Y cómo no, a Carmen Prieto, nuestro salvavidas, al menos el mío. En este momento quiero hacer público mi cariño y respeto por ella, una gran bibliotecaria y magnífica persona.

De forma muy especial quiero dar las gracias a Rocío, auxiliar en la biblioteca de Tineo, por su trabajo y amistad, sin ella muchas cosas no habrían sido posibles.

He sido un bibliotecario orgulloso de serlo. Las bibliotecas públicas son parte mí.

(4 de junio de 2021)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias