María Joséfa Álvarez García, Bibliotecaria del SERIDA

Nombre y apellidos: María Josefa Álvarez García

Nombre de la biblioteca: Biblioteca del SERIDA (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario)

Localidad: Villaviciosa

 

¿Cuántos años llevas trabajando como bibliotecaria? ¿Y en esta biblioteca?

Alrededor de 30 años, si bien tengo que precisar que como funcionaria de la Escala de Bibliotecas, Archivos y Museos llevo los 18 años últimos.

Empecé en el año 1989 haciendo trabajo de ayudante de biblioteca para una empresa privada encargada de la automatización de los catálogos de la Biblioteca de la Universidad de Oviedo. Fue la época  que marcó el primer cambio tecnológico en el ámbito bibliotecario (se trabajaba con el sistema DOBIS-LIBIS). Fue un proceso que duró unos años y que alterné con contratos de la Dirección General de Cultura del Principado de Asturias para la realización del Catálogo Colectivo de Patrimonio Bibliográfico de las bibliotecas asturianas. El Catálogo Colectivo Español se había creado ya en 1986 y a partir de esa fecha se refuerza el impulso legal de elaboración del mismo por parte del Ministerio de Cultura en colaboración con las Comunidades Autónomas, regulándose por convenios y a la vez que se elaboraban los respectivos catálogos regionales, la información recogida se enviaba a la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria donde se introducían en la base de datos del Patrimonio bibliográfico (PABI).

Después siguieron años de contratos con la Administración del Principado para la realización de trabajos técnicos en el mantenimiento de archivos y bibliotecas, generalmente suponía la catalogación automatizada de fondos en sistemas informáticos que fueron variando con el tiempo hasta llegar a la versión final de AbsysNet.

En marzo de 2003 fui nombrada funcionaria interina del cuerpo de Técnico Superior para trabajar en la Biblioteca de Asturias de Oviedo y en 2005 aprobé la oposición del mismo cuerpo que me trajo a este último destino que es la biblioteca del SERIDA y en la que llevo 14 años.

¿Y desde cuando está funcionando esta biblioteca?

La biblioteca del SERIDA es una biblioteca especializada, y sirve de apoyo a un centro de investigación que responde a la oferta científica del Sistema Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación. Empieza a funcionar en 1986 (según el Libro Inventario de Libros, Folletos y Publicaciones Periódicas cuyo primer registro data del 3/3/1986) en esa fecha el actual centro de Investigación se denominaba CEA, Centro de Experimentación Agraria, y era la infraestructura heredada de la antigua Estación Pomológica (inaugurada en 1956). Con el Estado de las Autonomías, el Principado de Asturias asumió, entre otras, las competencias de investigación hasta entonces desarrolladas por el Ministerio de Agricultura, a través del INIA (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias), por aquel entonces el bibliotecario y creo que, primer bibliotecario, era nuestro compañero Juan Miguel M. Llana.

¿Qué te atraía de esta profesión?

Personalmente, siempre me gustó el orden y la clasificación, me chiflaban las mercerías, las farmacias y como no, las bibliotecas. Recuerdo que por motivos familiares pasamos el verano de 1965 en Belmonte de Miranda y descubrí la biblioteca en todas sus dimensiones. Fue la primera biblioteca que conocí. Estaba ubicada en el edificio del Ayuntamiento, frente a un parque que tenía un estanque con patos y cisnes. Todas las tardes iba a la biblioteca. Más tarde con 16 años tuve que hacer el Servicio Social, obligatorio en aquella época y me tocó hacer prácticas en la biblioteca pública de León; todos los días me tocaba colocar en los estantes los libros devueltos en el carrito de préstamo de adultos. Después de colocarlos, los miraba y remiraba y comprobaba que estuvieran bien alineados. Al finalizar la carrera de Filosofía y Letras, especialidad de Historia del Arte, no sé si porque se puso de moda o qué, parece que los que estudiábamos “Letras” estábamos abocados a preparar oposiciones de Bibliotecas o Agregaduría de Instituto yo escogí lo primero.

Personalmente, siempre me gustó el orden y la clasificación, me chiflaban las mercerías, las farmacias y como no, las bibliotecas

¿Con que libros te aficionaste a la lectura? ¿Cuales son tus escritores favoritos?

Desde pequeña recuerdo tener y leer libros infantiles y cuentos pero hubo uno, creo que fue un regalo de Navidad o por Reyes, Las dos huerfanitas de Adolf D’Ennery con el que experimenté el fenómeno de “colgarme” literalmente del libro hasta que lo acabé y lo volví a releer más veces. Tenía 10 años y lo que sufrí con las penalidades de dos hermanas en un turbulento Paris del siglo XVIII. Actualmente, me encanta la novela histórica y mis autores favoritos son Ken Follett, Noah Gordon, Ildefonso Falcones, pero también Julia Navarro, Matilde Asensi e Isabel San Sebastián. En otro género, y reconozco que me puede la pasión de ser “paisana”, me gusta mucho la prosa poética y toda la obra de Julio Llamazares.

¿Qué destacarías de  la biblioteca?

Destaco la colección bibliográfica ya que es un centro de información especializado en agroalimentación, producción animal, tecnología de los alimentos, hortofruticultura, genética y reproducción animal, economía agrícola y es, la única biblioteca que cubre las necesidades informativas sobre estas materias en el Principado de Asturias. Además, entre sus fondos hay una colección de documentos conformada por 517 monografías y 283 folletos o impresos menores con fecha de publicación anterior a 1958 y que se ha volcado al Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico.

¿Qué perfiles de usuarios recibe? ¿Qué demandan principalmente los usuarios?

Los usuarios de la biblioteca son primordialmente usuarios internos, es decir, personal laboral del centro: investigadores, colaboradores de proyectos y contratados pre-doctorales (becarios). El servicio más activo es el de la difusión selectiva a partir de las consultas a demanda que recogen un tema de determinado  interés y permiten al usuario conocer regularmente los textos y artículos que acaban de publicarse. También el acceso al documento o préstamo interbibliotecario es un servicio muy demandado por investigadores. Es un servicio documental hecho a medida para cada necesidad informativa. Se dio carácter público al servicio de préstamo para usuarios externos que se acercan a la biblioteca pero son los menos, ya que el SERIDA en su página web, sube todas sus publicaciones de carácter divulgativo y de las actividades propias que se realizan y desarrollan en el SERIDA como son las jornadas técnicas y de transferencia, actividades de formación en colaboración con otros agentes que operan en el medio rural asturiano.

 ¿Aconsejas lecturas a tus usuarios?

 No suelo hacerlo porque como explicaba antes, las solicitudes de documentación son muy concretas y específicas y suelen ser sobre el tema de trabajo de cada área de investigación. En este caso mi reto es conseguir la información requerida.

¿Cuáles dirías que son las principales carencias de la biblioteca?

La biblioteca está situada en un primer piso de un edificio de los años 50 con deficiencias infraestructurales y el espacio dedicado a la biblioteca es reducido. Se ha suplido esto, aprovechando al máximo los armarios compactos y organizándola como fondo de depósito, clasificando las materias por la CDU y con números currens. Como Biblioteca de un CI, Centro de Investigación, adscrito a la actual Consejería de Desarrollo, Agroganadería y Pesca y cuya actividad se vincula, principalmente a la realización de investigación y desarrollo tecnológico, carece de  los soportes tecnológicos de entornos web colaborativos y aplicaciones web donde los usuarios interactúan entre sí y con los materiales que ellos mismos generan.

 ¿Hasta qué punto la localidad en la que está ubicada, y la población que hace uso de ella, ha condicionado las actividades que se organizan? 

Ubicada en término de Les Baragañes está alejada del centro de Villaviciosa y padece cierto aislamiento. Los usuarios externos son escasos y aunque como dije antes el servicio de préstamo se hizo público, sigue pesando el carácter de biblioteca especializada y no común al uso normal. A veces acuden, generalmente agricultores, para consultar más problemas técnicos de un determinado cultivo que demandar servicios de la biblioteca y en este sentido el Área de Transferencia y Formación son los que realizan una labor muy importante.

¿Hay algún proyecto que aún no hayas podido realizar y que tengas siempre en mente? ¿Cuál es y en qué consistiría?

Hay que ser realista y en el caso de las bibliotecas que siempre se depende de un presupuesto, cada vez más exiguo, no queda más remedio que adaptarse a lo que hay y en este sentido nunca me propuse hacer ni planificar nada que no tuviera un resultado a medio o corto plazo.

Soy consciente de que la virtualidad de los medios de difusión modifica el rol del profesional en su función referencista y me hubiera gustado enfocar más mis esfuerzos profesionales en una “alfabetización informacional” de usuarios-investigadores para que consiguieran total autonomía en su trabajo y a la vez inculcar la importancia de autoarchivar sus trabajos de investigación en el Repositorio Institucional de Asturias, RIA, para incrementar la visibilidad, difusión e impacto de la literatura científica garantizando su preservación y libre acceso. Hasta el momento, la respuesta es escasa. En teoría, los investigadores deberían ser los primeros interesados en  hacerlo, pero se ha convertido más en trabajo del personal de la biblioteca, como es mi caso, y en este sentido puedo quedar frustrada sin la participación de los autores pero creo que solucionable insistiendo en promocionar y apoyar el movimiento mundial por el libre acceso a la información.

¿Mantienes contacto habitual con tus compañeros? ¿Por qué canales?

Al trabajar sola, siempre he procurado no perder la ocasión de reunión con compañeros asistiendo a los cursos de formación del IAPP donde a parte del curso compartíamos el café y cambio de impresiones. A nivel personal sigo manteniendo muy buena relación con muchos compañeros de la profesión y generalmente nos comunicamos por teléfono, correo electrónico y algunos por Facebook y Twiter.

¿Sientes que tu trabajo es valorado?

He percibido siempre buena sintonía entre mis investigadores y gratitud de los usuarios externos cuando consigues darles  lo que buscan y encima te quieren pagar (sobre esto tengo alguna anécdota). Pero ahora que me llegó la ansiada jubilación, estoy experimentando un sabor agridulce de despedida, me da pena dejar mi trabajo y por otro lado me voy contenta y satisfecha porque estoy recibiendo muchas muestras de cariño y agradecimiento por mi trabajo. Es reconfortante después de tantos años…

Ahora que me llegó la ansiada jubilación, estoy experimentando un sabor agridulce de despedida, me da pena dejar mi trabajo y por otro lado me voy contenta y satisfecha porque estoy recibiendo muchas muestras de cariño y agradecimiento por mi trabajo

¿Como has ido viendo la evolución que ha ido sufriendo  la profesión en estos años?

La evolución ha sido tremenda. Los servicios en las bibliotecas y los centros de información han evolucionado al ritmo de los avances tecnológicos, de la aparición de nuevas aplicaciones que se utilizan para la prestación de viejos servicios. Se empezó con la automatización de catálogos y ahora ya no se cataloga, se captura. La informática y después Internet han influido en el profesional de la biblioteca que se ha convertido en el nuevo artesano que emplea sus capacidades cognitivas en vez de las tradicionalmente manuales.

Ahora, la sociedad del conocimiento se basa en el acceso a la información digital independizada de los soportes físicos. Creo que  el nuevo rol del profesional de la información debe orientarse a la gestión activa de toda esa información y dejar el estereotipo tradicional de bibliotecario/a. Es decir, controlando lo que circula en la web: buscadores, redes sociales, wikis, sindicación de noticias, etc. Se convertirá en un profesional cuyo objeto de trabajo es la gestión y conocimiento de todo tipo de soportes, dejando de lado la figura tradicional y pasiva de mero ordenador de libros.

¿Sigues manteniendo la ilusión y la vocación que te atrajo hasta la profesión de bibliotecaria?

Con la edad vas cambiando como en cualquier faceta de la vida, personalmente mi profesión me ha enriquecido continuamente por la propia evolución de la que hablaba en la cuestión anterior y creo que la vocación nunca se pierde, a veces, casi siempre por temas económicos, te puede desilusionar la falta de reconocimiento por parte de los puestos directivos que desconocen la verdadera utilidad y necesidades de nuestra profesión.

Personalmente, y con la experiencia adquirida en este tiempo, ¿qué cosas cambiarías en caso de poder?

Me imagino que cuando actualmente se habla de poder, es poder político (?). Creo que la  oferta científica en el Principado de Asturias se apoya fundamentalmente en la Universidad de Oviedo cubriendo la mayoría de las disciplinas científicas y complementada con Centros de Investigación (CI), pero se detecta una falta de coordinación y una cooperación adecuada entre los distintos agentes para aprovechar el potencial de recursos humanos y tecnológicos y esto dificulta la gestión de las políticas de promoción de la I+D+i .Intentaría cambiar esto ya que desde el punto de vista bibliotecario, y aquí me puede cierta deformación profesional, no entiendo como en una comunidad autónoma uni-provincial, no se pueden centralizar recursos de todo tipo para un mismo fin.

Se detecta una falta de coordinación y una cooperación adecuada entre los distintos agentes para aprovechar el potencial de recursos humanos y tecnológicos y esto dificulta la gestión de las políticas de promoción de la I+D+i 

¿Cómo afrontas los retos para el futuro de esta biblioteca? 

El futuro de la biblioteca especializada de un centro de investigación, como es la del SERIDA, sólo podrá ser útil a una sociedad digital con profesionales que además de los perfiles formativos profesionales tradicionales, dispongan de la suficiente educación tecnológica, para dar servicios de información y referencia eficaces y que se puedan emplear desde cualquier lugar y en cualquier momento; por eso es necesario el uso de herramientas que permitan la comunicación sincrónica con el usuario e implementar aplicaciones interoperables.

 

(25 de octubre de 2019)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias