Pilar Sánchez Vicente y sus ‘Mujeres errantes’

Pilar Sánchez Vicente es historiadora, documentalista y escritora. Actualmente trabaja como archivera en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Ha sido guionista y presentadora en Televisión Española y el Canal Internacional de TVE, es autora de numerosos artículos y publicaciones, y entre sus obras destacan Breve Historia de Asturias (1986, 2006) Comadres (2001), Gontrodo la hija de la luna (2004), La diosa contra Roma (2008), Operación Drácula (2010) y Luciérnagas en la memoria (2013). En el año 2011, el Consejo Comarcal de las Mujeres de la Comarca de la Sidra le otorgó el Premio 8 de Marzo por su trayectoria personal, profesional y humana. En el año 2016, la Asociación Cultural L’Arribada le concedió el Premio Timón a la mejor escritora asturiana en castellano, en reconocimiento a su trayectoria literaria.

Mujeres errantes, de Roca Editorial, es su sexta novela y no ha dejado a nadie indiferente. De momento, su autora ha recorrido media España presentándola con una excelente acogida de público y crítica.

Mujeres errantes narra la historia de tres mujeres que luchan por sobrevivir y toman sus propias decisiones, a veces erradas, para alcanzar sus sueños. Es una novela de amistad, perdón, envidia, nostalgia y ambición, escrita con fluidez, con pasajes y personajes memorables, llenos de matices, que nos arrastran hacia el pasado y nos ofrecen un futuro de esperanza. Una novela magistral que, como un puzle, va encajando sus piezas a medida que avanzamos, hasta formar un mosaico de historias que acaban cerrándose sobre el personaje de Greta.

Es una de esas obras en las que te metes tanto que te acuestas pensando en ella y te acompaña mucho más allá de la finalización de su lectura.

Pilar, gracias por recibirnos y enhorabuena por lo que promete ser un verdadero éxito editorial.

¡¡Muchas gracias a vosotras por acordaros de mí!! El éxito consiste en que mi novela le gustara a una editorial potente como Roca. Una tirada de 6.000 ejemplares es un triunfo para una autora de provincias. ¡Otra cosa será venderlos! Que es de lo que se trata… como diría la Chata Cimavilla: “¡No te alabes hasta que no acabes!” (risas).

¿Qué se siente al recibir críticas tan elogiosas?

Las críticas están siendo fenomenales, fantásticas, tanto las de medios tradicionales como las procedentes de booktubers y blogs especializados. Con la satisfacción añadida de que la gran mayoría son de fuera de Asturias, esto es, ni te conocen ni saben de tu trayectoria. ¡Y hubo un par de blogueras que tras leer la novela vinieron a conocer los escenarios donde se desarrolla! Así que igual se puede convertir en un aliciente turístico… no en vano me han sugerido hacer una App para recorrer Cimavilla mediante realidad virtual.

Gran parte transcurre en ese barrio de Gijón, ¿no tuviste miedo de que resultara demasiado “local”?

Como decía un bloguero madrileño, esta historia podría ser la de cualquiera de nuestros antepasados, de nuestras abuelas. Cimavillas y Somiós, barrio pobre, barrio rico los hay y hubo en todas las ciudades. Además Cimavilla es solo uno de los escenarios: de la mano de Eloína conoceremos Zermatt, ese icono del lujo suizo; con los pies de Greta viajaremos a Berlín, Londres y Santorini, y veremos Nicaragua con los ojos del entrañable cura Guillermo Expósito, “amigo” de Gaspar García Laviana.

En varias entrevistas aludes a Gaspar García Laviana como “el Che asturiano”, ¿por qué su elección como personaje?

La publicación de Mujeres errantes coincidía con el 40 aniversario de su muerte, me pareció una oportunidad única para tenerlo presente, es importante que no olvidemos a los nuestros. Gaspar fue un cura que luchó en la guerrilla sandinista contra la dictadura de Somoza. fue asesinado en una emboscada el 11 de diciembre de 1978 y ya entonces lo considerábamos el Che asturiano. Yo tenía 17 años y aquel suceso me conmocionó, como este poema refleja:

La noche es larga y las pesadillas no dejan lugar a los sueños.
Los versos nacen armados
y son flores en las tumbas de los revolucionarios.
Hay una sepultura reservada para la Libertad,
esa utópica musa de pintores
que en Nicaragua empuña metralleta

En un viaje reciente a ese país, siguiendo las huellas del misionero asturiano viví un momento mágico en El Infierno (así se llama el paraje en la frontera de Costa Rica donde cayó en combate) Al ver como Ortega y sus secuaces están manipulando el pasado y borrando su memoria decidí prestarle mi voz e introducirlo en la novela. Él, a cambio, me regaló el hilo con que coser mis historias. En Mujeres errantes aparecen contextualizados casi todos los poemas de su libro Cantos de amor y guerra, así como los pasajes más significativos de su trayectoria, especialmente su trabajo con las niñas y mujeres.

Gaspar era demasiado cura para los comunistas y demasiado comunista para los curas, una personalidad incómoda. Sin embargo, nadie duda de su integridad y es uno de los máximos exponentes de la Teología de la Liberación, esa Iglesia de los Pobres que suena cada vez más lejana… En la novela también intento reflejar algo que puede resultarnos en principio incomprensible: como llegó a las armas a través de la fe.

¿Tu novela más redonda hasta la fecha?

Es la sexta, eso implica un mayor grado de perfeccionamiento en el arte narrativo. Siempre me he definido como una buena contadora de historias, pero ahora me veo más madura en la técnica, más segura de saber cómo construir un relato que atrape de principio a fin, que empieces y no puedas parar hasta terminarlo, que pienses en él durante y después de su lectura. Que te impacte, te haga reflexionar y deje poso. Es lo que yo exijo a una buena novela y lo que pretendo ofrecer a mis lectores. ¡Y a tenor de las críticas, creo que lo he conseguido!

Que te impacte, te haga reflexionar y deje poso. Es lo que yo exijo a una buena novela y lo que pretendo ofrecer a mis lectores

Cuéntanos cómo surge la idea…

Durante la presentación en Oviedo de Luciérnagas en la memoria, Rubén Vega me ofreció el acceso a unas grabaciones recogidas en el Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias de la Universidad, concretamente a una serie de entrevistas realizadas a dos viejas vendedoras ambulantes de pescado, Fredesvinda, la Tarabica y Chelo, la Mulata. que son la base de la creación de uno de mis personajes más entrañables: Julia, la Chata Cimavilla, presentada como “vecina y amiga” de ellas. El material se prestaba a realizar una obra costumbrista, pero para eso ya están El calvario de piedra, de Joaquín Alonso Bonet, Corazón de playu, de Manuel Valdés, o el ínclito Pachín de Melás, así que tuve que compensar ese peso excesivo con otras figuras claves como Eloína o Greta.

Las pescaderas de Cimavilla habían estado ya presentes en tu primera novela, Comadres

¡Efectivamente! Dos de mis tías abuelas tuvieron un puesto de marisco en la Plaza del Pescado y las historias de la Tarabica y la Mulata formaron parte del limbo de mi infancia. Esta es su historia, pero también de todas las personas que vivieron en el siglo XX en el popular barrio de pescadores de Cimavilla, en Gijón/Xixón. De hecho, utilicé también para documentarme una autobiografía que mi padre dejó escrita y que abarca la historia de la ciudad en esos años.

De nuevo las mujeres son protagonistas, esto viene siendo ya una constante en toda tu obra…

¡A la que no pienso renunciar! Cuando terminé la carrera en el año 1984 ya realicé la Tesina sobre la mujer en la Edad Media y desde entonces no he parado de reivindicar y redefinir el papel de las mujeres. Podría resultar tópico decir que la Historia se escribe desde el poder y que el poder es masculino, pero nunca sobra recordarlo. Por eso es tan importante que alcemos la voz cada una en su trinchera, en mi caso la literaria, para recuperar nuestra historia silenciada como colectivo. Además, intento rescatar no a las reinas ni encumbradas damas, que siempre tuvieron su hueco, sino a las mujeres reales que trabajan fuera y dentro de su hogar, las que cuidan de sus mayores y de sus enfermos, sufren maltratos y humillaciones, o emigran a buscar una vida mejor. Mujeres anónimas abandonadas en las orillas de la memoria, a pesar de su enorme contribución al desarrollo económico y social de los países.

¿Podría denominarse “literatura de mujeres” entonces?

¡Me alegro de que me hagas esa pregunta! Aunque ya no se si me lo preguntáis a sabiendas de la respuesta, ¡¡jajajaja!! Ese término me resulta absolutamente peyorativo y fuera de contexto. Las mujeres somos más de la mitad de la población mundial… ¿Le preguntas a Umberto Eco si hace “literatura masculina” porque no tiene ni una sola protagonista femenina en sus novelas? ¿O a un escritor si lo suyo es “literatura de hombres”? No. Tal parece como si los hombres tuvieran monopolizada la Literatura con mayúsculas y las mujeres necesitáramos una etiqueta. Las escritoras estamos hartas de tener siempre que justificarnos, que dar explicaciones. La buena literatura no tiene género. ¡Y mis novelas encantan a los hombres! Además, ¿por qué nadie me pregunta por el compromiso social, siempre presente también en mis novelas, por ejemplo?

La obra tiene escenas fuertes de sexo, no falta ninguna droga y el rock&roll también está presente. ¿Cómo hiciste para combinar estos ingredientes con esa visión antropológica, casi etnográfica del conjunto de la novela?

¡Jajajaja! “Sexo, drogas y rock&roll” forman parte de la cultura del siglo XX, aunque en su momento fuera esgrimido como lema de la contracultura. No deja de ser una visión igualmente antropológica del último cuarto del siglo y está presente no por casualidad. La cohorte de población en esos años está diezmada por la heroína, que causó verdaderos estragos en la Cuenca o en Cimavilla, pero también en Amberes, Londres, París… Greta encarna ese último cuarto de siglo, cosmopolita, muy rico en el ámbito creativo, innovador, que experimenta los propios límites e intenta romper los anclajes sociales y cambiar el mundo.

Si en todas tus novelas aparece alguna biblioteca, en ésta tienen un papel fundamental en la vida de la protagonista, como refugio y también con la lectura como punto de partida para la escritura. ¿Es algo que te haya pasado a ti?

No conozco a nadie que escriba si no ha leído mucho, la lectura es imprescindible para los escritores. En cuanto a las bibliotecas, en casa siempre fuimos usuarios de la pública, pero la que más me impactó fue la del Centro Asturiano de la Habana, que estaba en el Paseo de Begoña. Me llevaban, desde muy pequeña, a sacar libros todos los viernes. Son recuerdos que tengo “embotellados”.

En cuanto a las bibliotecas, en casa siempre fuimos usuarios de la pública, pero la que más me impactó fue la del Centro Asturiano de la Habana, que estaba en el Paseo de Begoña

Precisamente quería preguntarte sobre el Arte del Embotellado Emocional en el que Greta es una experta…

Siii (risas) Es una técnica basada en el mindfulness que yo utilizo mucho y que consiste en utilizar los cinco sentidos para grabar instantes o personas en la memoria. Todos tenemos recuerdos “embotellados” más o menos de forma consciente. Por ejemplo, del Centro Asturiano recuerdo que el bibliotecario atendía tras un mostrador de madera de roble con remaches de latón, al que yo apenas alcanzaba. En el depósito, las estanterías unían suelo y techo y estaban atestadas de libros por ambos lados, encuadernados en colores azules y rojos, con sus tapas de piel y cartón uniformes, perfectamente clasificados y escrupulosamente identificados mediante un tejuelo ribeteado. Ejemplares de papel grueso y amarillento, crujiente, que eran desinfectados en una cámara oscura y misteriosa, donde se impregnaban de un olor dulzón y pegadizo que llevabas contigo el tiempo que duraba el préstamo. Allí devoré las obras de Julio Verne, Salgari, Dumas, Stevenson… en mi mente los clásicos aún conservan ese aroma que les confiere autenticidad y despertar ese recuerdo es realizar un viaje en el tiempo.

Hablando de bibliotecas, ¿qué opinas de los Clubs de Lectura?

Me encanta participar en ellos y me siento muy agradecida cuando me invitan. Como autora, es una oportunidad única juntar a diez o doce personas que leyeron tu obra y la destriparon yendo muchas veces más allá de lo que tu pensabas al escribir. Te enfrentas a la crítica más feroz y al halago más sincero, además de tratarse de personas muy lectoras, muy exigentes, con gustos variados y sin pelos en la lengua. Supone un verdadero termómetro de tu obra, además de darla a conocer.

Me encanta participar en los Clubs de lectura y me siento muy agradecida cuando me invitan. Te enfrentas a la crítica más feroz y al halago más sincero

Estás en Instagram, Twitter, Facebook…

Está claro que el paño, por muy bueno que sea, en el arca ya no se vende. Como profesional de la información, además, me atraía comprobar el alcance de las redes sociales. Basándome en la “heurística de disponibilidad” he realizado una campaña intensa de promoción cara a la preventa. La podéis encontrar en mi canal de Youtube bajo el título #dandolachapa. Fue muy divertido, pero también un poco agotador. Los resultados, como decía al principio, todavía son desconocidos, no pasó ni un mes desde la publicación de la novela, pero ya se adivinan los frutos del esfuerzo. ¡A ver si maduran!

Por último, la novela ofrece una serie de extras, ¿quieres  destacar alguno?

En mi página http://pilarsanchezvicente.es/libros/mujereserrantes/  hay varias pestañas. Una de ellas recoge las Reseñas antes comentadas, pueden contemplarse fotos de las presentaciones en Momentos Memorables, Imágenes Antiguas nos ofrece una visión en blanco y negro del Xixón del siglo pasado y hay alguna más, pero quisiera destacar la de Fuentes Orales, en la que os vais a encontrar las voces originales de Gaspar y de la Tarabica. Sobre esta última, disponer de más de diez horas de grabación me supuso un problema serio. Descartado transcribir literalmente sus memorias, la solución consistió en editar audios con extractos temáticos libres de datos personales. El proceso ha sido realizado por una empresa conocida del sector de la Documentación, Doc It, que ha realizado una ímproba tarea de montaje. También se puede acceder desde la propia novela a través de un código QR.

(30 de mayo de 2018)

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias