Poesía española del Siglo XX. Archivo y biblioteca de José Luis García Martín

La reedición en facsímil de la revista Jugar con fuego, que publiqué entre 1975 y 1981, me llevó a pensar en todo el material acumulado durante más de cuarenta años de dedicación a la crítica de la poesía española. No fui solo un estudioso, sino un participante activo que intervino en polémicas, que organizó antologías, que contribuyó de alguna manera a configurar el canon de los poetas surgidos a partir de los años setenta. Pensé que ese archivo sería útil para todos los interesados en conocer la historia y la intrahistoria literaria de las últimas décadas. Y ningún lugar mejor para guardarlo que la Biblioteca de Asturias, ya que, aunque se refiere a la poesía española en general, en Asturias  se generó.

Cinco núcleos integran el fondo donado a la biblioteca. En primer lugar, un extenso epistolario (más de tres mil cartas), en el que están representadas varias generaciones literarias: la del 27 (Vicente Aleixandre), la del 26 (Gabriel Celaya, Leopoldo de Luis, Juan Ruiz Peña), la del 50 (Ángel González, José Ángel Valente, María Victoria Atencia, Jaime Gil de Biedma), la de los novísimos (Guillermo Carnero, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena) y también la generación de los ochenta (Luis García Montero, Vicente Gallego, Aurora Luque). Especial interés tiene la correspondencia con Miguel d’Ors, Fernando Ortiz y otros autores de mi misma generación que comentan su obra en marcha.

Los libros forman el segundo núcleo. Se han entregado ya más de trescientos. Serán unos dos mil. Se trata de primeras ediciones, casi todas dedicadas, de los nombres fundamentales de la poesía de ese tiempo. Abundan los folletos y ediciones limitadas muy difíciles de encontrar en cualquier biblioteca. En algunos casos, las dedicatorias no son meramente convencionales, sino que aportan datos de interés sobre el autor y la obra.

Revistas y suplementos literarios constituyen otro de los aportes fundamentales. Muchas revistas literarias, de poca duración y de tirada limitada, son difíciles de encontrar completas. Lo mismo pasa con los suplementos literarios. Algunos de ellos, como “Citas”, del Diario de Jerez, o La Mirada, de El Correo de Andalucía, constituyeron la forja de algunos de los mejores escritores de hoy, como Juan Bonilla o Antonio Rivero Taravillo, y resultan prácticamente desconocidos.

Otra sección la forman originales, mecanografiados o manuscritos. de diversos autores y recortes periodísticos organizados temáticamente.

Finalmente, un archivo fotográfico en papel que permite reconstruir buena parte de la memoria gráfica de este tiempo.

Para la clasificación y ordenación de todo este material, que aún no ha concluido, además del personal de la biblioteca, al que expreso mi agradecimiento, se ha contado con la colaboración desinteresada de José Havel y de Cristian David López.

Texto redactado por José Luis García Martín

(3 de octubre de 2016)