Beatriz Rato Rionda: ‘Juzgue usted’

La realidad supera a la ficción, y los juzgados no se libran de esta sentencia. Por eso la gijonesa Beatriz Rato Rionda ha decidido recopilar una serie de anécdotas judiciales (cómicas, negras, picarescas, escatológicas… que van desde separaciones a embargos, desalojos, notificaciones y diversas batallas) en su libro Juzgue usted (La Cruz de Grado, 2012).

Rato Rionda, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, ejerció varios años como profesora y desde hace un tiempo trabaja como Oficial del Ministerio de Justicia. Ha publicado varias obras de temática asturiana como Vida Cotidiana Urbana en Asturias (1900-1950) (Vtp Editorial, 2004), El cultivo del maíz en el concejo de Gijón (Trabe, 2010) o Recetes Llambiones, (Vtp Editorial, 2010). También tiene en el mercado cuatro libros infantiles y juveniles: Jugando al escondite, Apuros en la playa, Historia de un bolígrafo y Torimaki (todos ellos editados por Vtp Editorial).

 

¿Cómo surge la idea de este libro?

Este libro surge tras las increíbles vivencias propias o de compañeros cercanos en nuestro trabajo cotidiano. Creí interesante recoger tantos hechos graciosos que muestran posiciones o reacciones muchas veces descabelladas de los ciudadanos, personas al fin y al cabo, en su relación con la administración, en este caso con la Justicia.

Si tuviera que elaborar la contraportada de Juzgue usted, ¿qué escribiría?

Pues parte de lo que figura realmente en la contraportada estaría bien: este libro recoge anécdotas sobre embargos, notificaciones, separaciones, desvergonzados personajes, desalojos y “batallitas” de funcionarios del presente y del pasado, en las ciudades o en los pequeños pueblos de España. Más que rutinarios procedimientos judiciales son un divertido abanico de ingenio, picaresca, perspicacia, despistes e ingenuidad con el que conviven cada día en los Juzgados. Historias tan reales, hilarantes y sorprendentes como lo es sin duda la vida misma.

¿Cuántas anécdotas recoge en el libro?

Son más de cien, aunque no las he contado con exactitud. Unas ciento cincuenta, aproximadamente. Las he ido recogiendo a lo largo de cinco años.

¿Cómo se ha ido documentando?

Hablando con gente de distintos ámbitos y organismos judiciales; y algunas las he vivido yo misma, en primera persona.

 ¿Cuál su anécdota preferida?

No sabría decirlo con exactitud. Me gusta mucho la titulada Vuestra Ilustrísima y también la de Pascualín o El niño esponja y su tarjeta.

¿Cuál diría que es la más disparatada?

Las hay de distintos estilos: humor negro, de cine cómico, esperpénticas, escatológicas, de errores léxicos… Dentro de cada una de ellas podría destacarse alguna, pero indicar una sola no es sencillo.

Ferdinand von Schirach, un famoso abogado alemán, recogió en su libro Crímenes algunos de los casos más peculiares que había llevado y se convirtió en todo un fenómeno de ventas. Prueba de que interesa el mundo judicial…

Sí, interesa porque es muy rico en situaciones inusuales, a veces extremas, incluso, y muestra muy bien la naturaleza humana. Hay tantas historias interesantes literariamente hablando en el día a día de los Juzgados y en la realidad de tanta gente… Yo he querido mostrar la cara más chocante y graciosa, obviando la multitud de problemas que se juntan en los archivos de los órganos judiciales.

Hay muchas historias interesantes literariamente hablando en el día a día de los Juzgados

¿La realidad supera la ficción?

Totalmente. Ese fue uno de los motivos que me llevaron a recoger este anecdotario. A veces vivimos en nuestro trabajo diario en las oficinas judiciales y en las diligencias realizadas en la calle hechos tan increíbles que pensamos y comentamos entre compañeros: “Si contamos esto a alguien, no se lo cree”. Y como tampoco es adecuado ser pesados contando a diario a quienes conviven con nosotros estos sucedidos, recogidos en un libro están mejor…

La realidad asturiana ha ocupado parte de su trabajo como escritora, como en su libro Vida cotidiana urbana en Asturias (1900-1950). ¿Era muy distinta la vida entonces que en pleno siglo XXI?

El ser humano cambia poco a lo largo de los distintos periodos de la Historia, pero sus circunstancias, la situación social y económica de cada momento o los adelantos tecnológicos y científicos que tiene la humanidad a su alcance en cada época condicionan completamente la realidad de las personas y su día a día. A mí siempre me han apasionado los libros de vida cotidiana y encontré que sería interesante recoger los aspectos cotidianos de una parte de la sociedad asturiana del periodo estudiado, concretamente de quienes residían en las ciudades, ya que al hablar de Asturias siempre se destaca o incide en sus aspectos rurales, pero se conoce poco la vida urbana de la región. Nada tenía que ver la manera de vivir de un campesino con la de un obrero o burgués, entonces. Quizá ahora haya menos diferencias, pero en aquellos tiempos sus usos y costumbres diferían por completo.

Otro de sus trabajos es El cultivo del maíz en el concejo de Gijón. ¿Qué le llevó a querer recuperar la cultural antigua alrededor del maíz?

Desde jovencita me interesé por el folklore de la región y fui adquiriendo conocimientos a base de lecturas sobre el tema. Ya más madura, comprendí que uno de los productos más condicionantes para los asturianos fue el maíz. Forma parte de nuestra cultura y protagonizó y produjo cantidad de obras culturales (hay hasta una zarzuela basada en el maíz). Me sorprendía que nadie hubiera hecho un estudio recopilatorio sobre el tema y lo hice yo. La primera parte del libro se basa en el estudio objetivo de la implantación del maíz aquí, en la gastronomía, economía, cultura, etc. y la segunda parte del libro es un trabajo de campo por todas las parroquias gijonesas donde los ancianos de cada una de ellas me contestaron a un amplio cuestionario en que recordaban sus vivencias y las relataron en primera persona. Me alegro mucho de haberles dado voz, porque aquella sociedad ya no existe y la mayor parte de mis informantes, por su avanzada edad, tampoco pueden ya divulgar sus características.

¿Qué papel han jugado las bibliotecas en su proceso de documentación para estos libros?

Fundamental… la cantidad de horas que pasé recogiendo material en la Biblioteca Jovellanos de Gijón… creo que sus empleados aún me recuerdan de tanto verme a diario…

También ha tocado la literatura juvenil. ¿Son los jóvenes el público más exigente?

Creo que son exigentes o, mejor, sinceros. Si algo no les gusta, lo dicen y dejan de leer ese libro. Tienen su criterio bien claro. Además pienso que la calidad de la literatura dirigida a los niños y jóvenes debe ser impecable, pues se están formando en distintos aspectos, están interiorizando no sólo ideas sino también ortografía, vocabulario, expresiones… y es necesario proporcionarles lo mejor para contribuir a su correcta instrucción y formación de seres con criterio. Sucede como cuando una persona ve mucho cine, por ejemplo, igual no sabe explicar por qué una película le parece buena, pero distingue perfectamente la calidad. Con la literatura ocurre lo mismo. No es fácil engañar a un lector, y mucho menos a lectores tan espontáneos como los niños y los jóvenes.

la literatura siempre ha formado parte de mi vida y me recuerdo siempre leyendo y escribiendo

¿Es cierto que empezó a imaginar relatos infantiles cuando su hijo le pidió que le contara cuentos?

Bueno, en parte… la literatura siempre ha formado parte de mi vida y me recuerdo siempre leyendo y escribiendo. Digamos que todos los padres tendemos a introducir a nuestros hijos en nuestro mundo y a hacerles partícipes de nuestras aficiones y querencias, y, como consecuencia de ello, si nuestro mundo son los libros, es casi natural que tiendas a contarle un cuento y a combinar los clásicos con algunos de factura propia.

 

(13 de julio de 2012)

 

Otros artículos en esta sección...

Compartir

Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias