Cincoxcinco= Javier Almuzara

Javier Almuzara (Oviedo, 1969) ha publicado los libros de poemas El sueño de una sombra (Oliver, 1990), Por la secreta escala (Renacimiento, 1994) y Constantes vitales (Visor, 2004), con el que obtuvo el II Premio Emilio Alarcos. Es también autor del dietario Letra y música (Llibros del Pexe, 2001) y de Títere con cabeza (AMG, 2005), obra de prosa miscelánea que consiguió el Premio Café Bretón. Seleccionado en diversas antologías de poesía española contemporánea, ha sido codirector de la revista Reloj de Arena y colabora habitualmente en la revista Clarín y en Oviedo Diario. Actualmente imparte talleres de lectura y creación literaria y cursos de literatura e historia de la música. Acaba de publicar Catálogo de asombros (Impronta, 2012).

1.  Proponga un menú literario: entrada, plato principal y postre.

No estaría mal un bufé libre que incluyese entrantes aforísticos, para abrir boca, microrrelatos en su salsa, y unos epigramas agridulces de postre. Todo, además, en pequeñas dosis. Como por necesidad, pero me gusta quedarme con hambre por placer.

2.  ¿Cuál ha sido el último libro que ha sacado en préstamo de una biblioteca?

En realidad se trataba de un libro y un DVD: una historia de la música antigua y el Oedipus Rex de Stravinsky. Creo que el segundo ha envejecido peor.

3.  ¿Qué escena literaria le viene en este momento a la mente?

Ana Karenina a punto de regenerarse en un vuelo (que diría Max Estrella).

4.  ¿Se ha enamorado de algún personaje literario?

De Helena, la de Julián Ayesta, pero con otros nombres.

5.  Sugiera una tríada de poetas.

Omar Jayyam, Antonio Machado y Jorge Luis Borges. No son todos los que admiro, pero cifran todo lo que admiro.

6.  ¿Cuál ha sido la Biblioteca de su vida?

La que promovió don Julio Antolín Paisán en mi colegio de la Gesta, y a cuyo frente me puso como “ordenador del universo”. Desde entonces sé que en el caos de los infinitos libros está mi casa, y que yo soy quien le da sentido.

7.  ¿Con qué libro despertaría el amor a la lectura en un adolescente?

Con Poesía española. 1900-2010, de Castalia, una antología cabalmente preparada por Juan Lamillar y deliciosamente ilustrada por Unai Zoco, que le servirá a ese aprendiz de lector para hacer el oído (mientras se acaricia la vista) a una música que sabe pensar.

8.  Cite tres novelistas a seguir por cualquier lector.

Parafraseando a Borges, hay tres jóvenes que prometen mucho: Thornton Wilder, Marguerite Yourcenar y Carmen Martín Gaite.

9.  Proponga una medida a favor de la difusión de la lectura.

Un amigo mío suele decir que bastaría con prohibirla, pero yo me conformo con que los precios de los libros no sean prohibitivos. A mí en la escuela me enseñaron que leyendo se aprendía, así que nunca abandoné mi educación para seguir estudios.

10.  ¿Quiénes son sus compositores o músicos favoritos?

Siguiendo con las trinidades propuestas: Vivaldi, Bach y Handel. Te has olvidado de Mozart, me dirán los que me conocen bien. No, es que si me acuerdo de él, me olvido de todos los demás.

11. ¿Alguna lectura ha marcado especialmente su vida?

Creo de hecho que los hitos de mi vida son lecturas miliares.

12. ¿A qué autor rescataría del olvido?

A mí mismo. La memoria de los lectores y el tiempo, ese gran antólogo, siempre hacen justicia. Espero que conmigo hagan una excepción.

13.  Seguro que podría recomendarnos la visión de al menos tres películas.

Luces de la ciudad, Ojos negros y El séptimo sello. Un melodrama físico, una comedia burguesa lírica y una tragedia metafísica. Da gusto cambiar de máscara sin cambiar de vida.

14. ¿Qué poema interpreta sus sentimientos?

Si tuviera escudo de armas, el lema de mi casa sería un pareado de Borges: “Dame, Señor, coraje y alegría / para escalar la cumbre de este día”.

15. ¿Cuáles son sus nombres favoritos?

Los de quienes riman conmigo.

16. ¿A qué lugar salido de la imaginación de un autor le gustaría trasladarse?

Al país de Nunca Jamás, porque sé que los dos años son el principio del fin y, contra las lecciones de mi infancia, no quiero acabar lo que he empezado.

17. Sus artistas más admirados son…

Desde los que pensaron en hacer habitables las cuevas con sus pinturas, todos los que han hecho que la vida no sea sinónimo de exacto de supervivencia.

18.  El último libro que ha comprado ha sido…

Una antología poética de Unamuno prologada por José María Valverde, para enredarme otra vez en el sentimiento trágico de la lírica.

19. ¿Puede el e-book reemplazar al formato clásico?

Supongo que convivirán como ofertas complementarias en versatilidad y placer de uso.

20. ¿Podría decirnos cómo ordena su biblioteca personal?

En su día alfabéticamente, pero tras varias mudanzas e innumerables incorporaciones renuncié a esa quimera. Ahora creo reconocer bloques temáticos y otras afinidades que la ¿casualidad? y mi memoria han sancionado con el tiempo. No siempre encuentro lo que quiero leer, pero siempre quiero leer lo que encuentro.

21. ¿Dónde desearía vivir?

Donde pudiera hacerlo impunemente. En su defecto, estoy bien donde estoy.

22. ¿A qué persona viva admira?

A todas las que dan sentido a mi vida. Afortunadamente son muchas.

23.  A su juicio ¿cuál es la mejor obra literaria adaptada por el cine?

Supongo que quieres decir “la mejor adaptación cinematográfica de una obra literaria”. Me quedo con la inolvidable Memorias de África, que dejó una guirnalda aún sin marchitar en la desigual carrera cinematográfica de Sydney Pollack.

24. ¿Qué está leyendo actualmente?

Una biografía novelada sobre Omar Jayyam, una colección de microrrelatos, una miscelánea de Ricardo Baroja en torno a la generación del 98…

25. ¿Para qué sirve la lectura?

Podría contestar con un poema que he escrito esta misma semana:

Para observar el mundo me alcé sobre otros hombros,

y el umbral del misterio ahora está más lejano.

Para saber de mí, ese próximo arcano,

toda ciencia es silencio, y los libros, escombros.

 

Javier Almuzara
Catálogo de asombros
Impronta
220 págs.
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Con estos ensayos líricos, variaciones musicales e insistencias en sí mismo, el autor nos ofrece un catálogo de pasiones razonadas que aspiran a saldar —siquiera sea reconociéndolas— sus deudas de gratitud con la belleza y compartir serenamente las lecciones vitales del dolor. Poeta de tradición clásica, pero ajeno a cualquier vacua tentación formalista, poeta de una perfección y un rigor inusuales (raro es el verso suyo que no resulta memorable), Javier Almuzara es también un ensayista que ha sabido hacer suyas la historia de la música y la historia de la literatura y nos las vuelve a contar con un fervor personal rigurosamente inédito.

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Sobre el autor

Red de Bibliotecas Públicas del Pdo. de Asturias