Revista ‘Ábaco’, 25 años de una publicación de referencia

La revista Ábaco, quizás la de mayor relevancia de las publicadas en Asturias, está de aniversario: cumplió 25 años. Se creó en 1986, en mitad de una crisis económica y social, donde lo viejo no acababa de irse y lo nuevo no acababa de llegar, época que recuerda bastante a la actual. Desde hace un cuarto de siglo, Ábaco incorpora en sus páginas un horizonte amplio, universal, como los mismos hechos e ideas sobre los que trata de reflexionar y debatir. El contenido de la revista se centra en un tema monográfico tratado desde diferentes perspectivas: economía, sociología, psicología, ecología… A la vez, tienen cabida en sus páginas un taller literario, otros artículos de análisis social, notas, recensiones de libros… combinando desde esta óptica interdisciplinar el rigor con la amenidad. Su distribución nacional e internacional, tiene acuerdos de colaboración con diversas instituciones europeas y americanas, mediante las cuales, prestigiosos profesionales de las ciencias sociales colaboran con Ábaco. Su director, Miguel Ángel Álvarez Areces, nos habla de estos 25 años.

 

Ábaco nació de la incertidumbre. Hace 25 años el mundo se balanceaba y no se sabía para qué lado de la balanza se iba a caer o dónde se pararía el péndulo. Esta inquietud fue el germen, una inquietud por una época que guarda muchos paralelismos con la actual: crisis no sólo económica y laboral, sino también social. Así Ábaco, como revista de cultura y ciencias sociales, nace en el año 1986 a partir de una idea compartida por un numeroso grupo de personas. En el primer boletín de inscripción figuraban más de 50 personas con una cosa en común: su vinculación con Asturias. “Entonces se vivía también una situación de crisis económica cuya característica era que coincidía en Asturias en cinco niveles críticos a la vez: una ligada a la minería, otra a la siderurgia y metalurgia, otra al campo asturiano, otra a los astilleros navales y otra la crisis que envolvían todo eso, que podríamos llamarla de mentalidad cultural: lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acababa de nacer” explica Miguel Ángel Álvarez Areces, director editorial de la revista. “Se generaba inquietud, incertidumbre, una cierta orfandad de Asturias con respecto a otros lugares de los cuales no se conocía mucho y de lo que se trataba era de implicarse e imbricarse al mundo. Estaba muy reciente la entrada a Europa de nuestro país”.

El objetivo con el que nació la revista era el de crear un medio de expresión, un vehículo de transmisión de información, ideas, hechos y opiniones sobre la realidad social con un objetivo importante: salir del ámbito estrictamente local o regional para adquirir una dimensión universal. “Por eso desde el principio la idea era trasladar experiencias y situaciones que sucedían en el entorno vital y social, los fenómenos culturales, la sociología, la política, la economía, la psicología social….cuestiones que se planteasen fuera de nuestra realidad cercana, trasladarlas para su conocimiento y debate; contrastar opiniones aquí, y también sacar al exterior lo que se estaba haciendo en Asturias o en España” relata Álvarez Areces. “Esperábamos que la revista, modesta, sin grandes pretensiones, fuera un vehículo de contraste, opinión y debate, pero de carácter global”.

Por tanto, Ábaco vio la luz en una época de importantes cambios, no sólo en la economía, en la industria y en la vida social, sino también en los fenómenos culturales. Tanto es así que el cambio de paradigma se marcó en dos aspectos: uno es la caída Muro de Berlín (es más, el número 8 de Ábaco está dedicado a Europa después de la revolución), una ruptura importante y lo que significó para las mentes y para la geopolítica mundial. Y otro era el avance, en aquel momento lento pero imparable, de las nuevas tecnologías. “Nuevos conceptos que hoy se conforman como una realidad. Lo que antes eran “tendencias”, “novedades” en la actualidad ya forman parte de nuestra vida y de nuestra historia” matiza el director de la revista.

 

 

 

 

 

 

 

Una publicación de referencia

El nombre, Ábaco, se eligió precisamente como metáfora de medidor social. “El ábaco era una forma de contar y analizar la realidad social de una manera más metódica, artesanal, en el sentido de que las noticias no estén prendidas de la urgencia que nos marca la vida diaria”. Ése fue el hueco editorial de Ábaco, una revista con periodicidad trimestral y artículos de varias páginas donde se combina rigor y amenidad, pluralidad, marco interdisciplinario, que un tema se retrate desde la Filosofía, desde la Sociología, desde la Historia, la Economía, la Ciencia y Tecnología… Estas características marcaban de alguna forma esa idea de que no se trataba de competir con ninguna revista semanal, que en aquella época era la eclosión, sino que Ábaco se convirtiese en una publicación de referencia. “Esto quiere decir” explica Areces “que tú la lees entera o algún artículo concreto, la guardas en una estantería y dentro de un año la puedes volver a utilizar sin perder un ápice de su interés, ya que no está basada en el análisis de la coyuntura”. Un ejemplo que tomaron en aquella época los fundadores de Ábaco fue la revista italiana MicroMega, una publicación que tocaba un poco de todo y en la que se escribían unos artículos intermedios. ¿Pero qué significa exactamente artículos intermedios? “Que no son académicos, porque no buscan unos parámetros académicos, sino que intentan combinar el rigor con la amenidad, una parte científica con otra divulgativa” explica Miguel Areces. “Los artículos de Ábaco se entregan a varias personas para su evaluación, con lo que cumple con los requisitos académicos, pero no ponemos barreras en la entrada: en un número pueden combinarse artículos de una persona que sea la primera vez que publique con otra que sea un notable o prestigioso académico, escritor o científico e incluso Premio Nobel, como ha sido el caso de Saramago. Es una característica de Ábaco”.

¿Y quién era el público objetivo, el lector habitual? Un estudiante, un profesor, un profesional, un empresario, o alguien interesado en profundizar sobre alguno de los aspectos de los que se trataban en los números. “Nuestro objetivo es que fuera intemporal”.

Una revista que lo abarca todo

Ábaco es una revista que no se puede clasificar de manera precisa, ya que es muy amplia, abarca infinidad de temas. Entra en Humanidades, Ciencias Sociales e incluso Matemáticas o sociología de la vida cotidiana. Ésta precisamente es una de las características principales de la revista: ser una publicación multidisciplinar.

“Hay otra parte importante en estos tiempos y está ligado al tema de la digitalización” explica Miguel Ángel Álvarez Areces. “Firmamos un convenio con JSTOR una de las primera bases de datos de digitalización a nivel internacional. Lo que han realizado es digitalizar antiguas publicaciones y libros, los dejan en un formato para una utilización masiva y los ofertan después a las Universidades. Excepto ls de los tres últimos años, todos los números anteriores de Abaco están digitalizados y se ofrecen artículo por artículo. Es una de las utilidades que podría tener una revista de este género, que trata números monográficos desde un punto de vista interdisciplinar. Porque la referencia más frecuente de utilización de artículos es en los estudiantes, para hacer trabajos. Ahí tienen artículos distintos y ya despiezados, evitando así el traslado a la biblioteca. Que sean útiles y rigurosos da consistencia y ánimo a la revista para continuar haciendo cosas en esa línea”.

Comunidad entre autor, lector y editor

En la actualidad, la revista Ábaco tiene cerca de 1.400 suscriptores. Una buena parte son bibliotecas públicas y el resto, particulares. En este momento el objetivo fundamental de la revista es la consolidación de los subscriptores ligado en cierta parte a esta transición a lo digital; se trata de complementar ofreciendo paquetes y ofreciendo también la subscripción digital. “Eso, digamos, para nosotros significa convertir la necesidad en virtud” explica Álvarez Areces. “Porque como se ve en los contenidos, una buena parte de los colaboradores y de nuestra distribución está en América Latina y en el mundo de habla hispana, por lo que los costes del traslado convierten en inviable un proyecto editorial si no entra en estos temas de digitalización de la información. El papel cada día está más complicado”.

Ábaco se mantiene económicamente por tres vertientes: la publicidad, la venta directa y los propios subscriptores, que son quienes garantizan la pervivencia de una revista cultural. “No en un sentido material, sino con la idea que nace Ábaco, que es el de una comunidad entre editor, autor y lector” explica el director. “En el momento en que eso se rompa, ya lo tienes muy difícil. Por eso el subscriptor garantiza esa continuidad, porque le interesa por la razón que sea. Desde que le gustó un número, hasta que está interesado en escribir o conectar con otra gente”.

80 números

En estos 25 años, Ábaco ha saco a la calle 80 números. Miguel Ángel Álvarez Areces recuerda con especial cariño, como no podía ser de otra manera, el primero de ellos. “Lo hicimos con el diseño de César Bobis y un equipo de gente con un voluntarismo tremendo, la maqueta se hizo en Cyan que precisamente lo tuvo como uno de sus primeros trabajos y se imprimió en Lidergraf en Gijón en el verano de 1986″ recuerda el director editorial. “Tiramos 5.000 ejemplares con mucha alegría”.

Un número que ha salido recientemente y ha tenido mucho aceptación fue el de Marketing de Ciudades y Territorios, sus contenidos se fungieron en la ciudad colombiana de Medellín, tras un evento de la red internacional de citymarketing a la que está vinculada Ábaco y que luego recogieron el suplemento de El País y otras publicaciones, o el monográfico dedicado a la ciudad de La Habana, con el sugerente subtítulo “De lo vivo a lo pintado”, realizado con la colaboración especial del escritor Leonardo Padura y el poeta y guionista cubano Alex Fleites y acompañado de un disco multimedia que se vende con la revista. Se presentó en Cuba en actos plenos de público entusiasta, también tuvo y tiene actualmente numerosas peticiones de ejemplares desde Estados Unidos y diferentes paises europeos.

Aunque tal vez el tema que más “toca” al director de Ábaco haya sido el de Arqueología Industrial, del que sacaron seis números en diferentes vertientes, ya que Miguel Ángel Álvarez Areces es presidente de INCUNA, la Asociación de Arqueología Industrial, Patrimonio Cultural y Natural, entidad declarada de utilidad pública, y de la sección española del Comité Internacional para la Salvaguarda del Patrimonio Industrial (TICCIH), colaboradora de la UNESCO. “En los impactos que miden las veces que se cita, fue de los mayores en publicaciones internacionales porque no había prácticamente nada de ese tema. Uno de estos monográficos, editado en 1992, sirvió de referencia a un congreso sobre Patrimonio Industrial que organizaba el Consejo de Europa en Madrid y nos compró unos 500 ejemplares, que se daban a los congresistas, verdaderos preceptores de opinión y difusores posteriores de la revista y sus contenidos”.

Los temas y preocupaciones más recurrentes de Ábaco son: la Ecología y el Medio Ambiente, los Fenómenos Culturales, el Patrimonio y Arte, la Arquitectura, la Educación, la Sanidad, los estilos de vida, la forma de vida en las Ciudades… y sobre todo, el mundo convulso, todos los cambios que vamos viviendo. Porque otra de las características de Ábaco es que los acontecimientos van imponiendo sus pautas en contenidos y en la manera de presentarlos, y está prohibido acomodarse. “Algunos se preguntan que por qué ahora en digital, pero esta revista nació abierta, abierta como lugar de encuentro entre personas que tengan algo que decir y que en ella encuentren un vehículo de expresión para esas ideas e inquietudes” explica Álvarez Areces. “La revista cambia constantemente al hilo de los acontecimientos, ése el ábaco, el medidor social. Y el mundo camina, a veces demasiado deprisa. Vamos abriéndonos en todos los sentidos, en el fondo y en la forma; desde los propios temas que se toquen, hasta la forma en la que vamos incluyendo elementos nuevos (el grafismo, el diseño, la forma de presentar las cosas…). Que no es sólo el que escribe, sino también el fotógrafo, el ilustrador o diseñador. Siempre se trata de ir incorporando ese ámbito plural de lo que son las manifestaciones culturales en el terreno editorial”.

China está cerca

Entre los corresponsales que tiene Ábaco, la mayoría en América Latina, llama la atención Rita Álvarez Tudela, la corresponsal de China. Y es que Ábaco es una de las de las pocas publicaciones españolas que está presente con una corresponsal en el gigante asiático. Precisamente el monográfico de este primer trimestre de 2012 está dedicado a este país que se perfila como primera potencia mundial. Tiene previsto salir en mayo este especial titulado China está cerca, coordinado por Rita Álvarez, con artículos y aportaciones de economistas, politólogos, artistas, periodistas, sociólogos, músicos, cineastas, arquitectos o empresarios españoles y chinos. Con la novedad y salvedad importante de que estará publicado simultaneamente en chino mandarín y castellano.

Ábaco demuestra así que sigue en su línea, creando un vehículo de expresión, un lugar de encuentro entre editores y autores para el contraste de opiniones, analizando la realidad social desde un punto de vista muy plural e interdisciplinar, riguroso y ameno.

 

El fondo editorial de Ábaco es accesible desde su web, donde se pueden descargar distintos artículos a texto completo, consultar las portadas, sumarios y resúmenes.

(13 de abril de 2012)

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Sobre el autor

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